Veo que ha cundido el pánico entre nuestras filas.
Como dije ya antes, me da que toca retroceder y reagruparse, pero no creo que esto vaya a ser el hundimiento... más allá de 7,50, claro. El petróleo sigue sin ayudar (no es descabellado prever que el barril de crudo acabe siendo más barato que el litro de Coca-Cola; a este paso, acabarán perforando y encontrando reservas en el jardín de la casa de mi abuela en Salamanca), y Dónar Trún acabará demostrando lo que ya sospechábamos: que el sistema político USA tiene contrapesos para cortarle las alas a un tuercebotas como él. Si no ha podido ni defenestrar el Obamacare, del plan de infraestructuras mejor ni hablamos.
Eso debería hacer que los fundamentales y los resultados de MTS contaran más que las noticias y las expectativas de negocio, y ahí es donde está la fortaleza de la empresa, ¿no?
Si antes estábamos triunfales porque subía como un cohete, no nos hagamos las nenazas ahora que baja, muchachos (lo jodío es que lleva una semana la maldita cabra a contrapié del mercado). Eso sí, ojo con la sesión del lunes, porque me da que van a llover obuses sobre nuestras posiciones.