No solo llamarme vieja a mí misma, incluso ponerme años encima, te lo aseguro.
Mis amigas desde hace años ya no cumplen años. Tiene bemoles el asunto, en el FB por ejemplo, han nacido unos cuantos años después que yo, jajaaa y en el cole, éramos de la misma quinta.
Siempre me pareció una soberana estupidez lo de quitarse años.
Imagina que tengo 60 y digo que tengo 40. ¡Pues de apariencia me conservaré fatal! jajjaaaaa
Ya no soy una muchacha, compañero, gracias por el piropito. No soy ni una mujer joven, tan siquiera.
Pero me encanta hacerme mayor, sentir que la vida va pasando, que voy cumpliendo años, que las sienes se van tornando grises, que las líneas de expresión, se van marcando y transformando en arruguitas. ¡Es maravilloso poder vivir! ¡Es un lujo, un privilegio cuando tus condiciones socioeconómicas te permiten tener una calidad de vida aceptable!
No necesito grandes lujos materiales, es más, no necesito lujos. La vida en sí ya es un lujo, cada mañana...
Hoy por ejemplo, he visto salir el sol en el horizonte. ¡¡Tan grandote!! Majestuoso. Me ha hecho feliz y he dado gracias a Dios por permitirme verlo una vez más.
Estoy muy bien, gracias, ¿y tú?
Hace muchos años (ya sabes que muchos es un concepto relativo, verdad), decidí vivir el hoy, olvidarme o intentarlo por lo menos, del pasado y no estar siempre haciendo planes para el futuro, que es incierto.
Desde entonces vivo más tranquila, más feliz, vivo más plenamente cada instante de felicidad y procuro sacar de los momentos duros, una lección positiva, algo que me enseñe a ser mejor persona.
Para mí autodenominarme vieja es un lujazo. Valoras mucho la vida, cuando has visto cómo la perdían otros...
Un abrazo
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.