Argumentos en contra de la legalización de las drogas:
Hay varios, se me ocurren los siguientes:
Cuando un negocio importante empieza a tener éxito y seguidores, véase petróleo, armas, obras de arte, metales preciosos, tabaco... por muy lícito que sea origina un mercado negro tan importante o más. Se podrían poner más ejemplos, pero baste con estos por ahora.
Es de suponer que la legalización no supondría la desaparición de los actuales capos productores: estos pueden organizarse en oligopolio como oferentes legales. Sus medios económicos se lo permiten y presionan a favor de la legalización, bajarían los precios, pero éstos se compensarían con un mayor volumen de venta-consumo.
La legalización es una medida que no puede llevarse a cabo en un solo país. No tendría mucho sentido que una sustancia pudiera comercializarse en un sitio y en otro no, y menos ahora que evitamos fronteras comerciales en cuanto podemos. La posibilidad de acuerdo internacional en este sentido es remota. La posición en contra de la comunidad internacional está recogida en la Convención del 88, suscrita por todas las naciones del mundo.
Como apuntaba antes, es preciso definir qué es exactamente lo que se quiere legalizar: ¿Heroína, cocaína, hachís, anfetaminas? ¿Todas o sólo alguna de ellas? ¿Con qué dosificación? ¿En qué negocios se podrían vender, en farmacias o en establecimientos específicos para ellas?
¿Para qué edad se legalizaría? ¿Para los mayores de edad? ¿Serían ellos los que permitirían a sus tutelados el consumo? ¿En base a qué criterio, a partir de qué edad? ¿Para los que ya son drogadictos? ¿Para los que conscientemente desean empezar a serlo? ¿Dónde exactamente se establecerían los limites de control?
Si se legaliza sólo para mayores de edad, ¿cómo se impide que haya un mercado ilegal para los menores? Si sólo se legaliza para drogodependientes, ¿cómo se identifican y censan? ¿Cómo se impide el tráfico ilegal desde los identificados y controlados hacia los que no quieren darse a conocer (razones familiares, laborales, sociales, educacionales...) o lo son esporádicamente? ¿Qué pasa si quieren más dosis de las recetadas? El consumo de estas sustancias, es por todos sabido, que va en aumento. Pocos son los que se estabilizan en una dosis determinada y menos los que reducen la dosis paulatina y libremente.
Si se venden libremente productos muy tóxicos como las drogas, ¿cómo puede mantenerse el control drástico sobre los medicamentos precisamente para evitar los efectos secundarios indeseados? La acción administrativa del Estado en ese terreno quedaría deslegitimada.
Empezaría a dejar de tener sentido el control en la prescripción y dispensación limitada de otras sustancias menos nocivas.
En el caso de accidentes, ¿qué responsabilidad legal asumen el Estado y los profesionales que participan en la distribución? ¿Cómo puede evitarse una sobredosis? ¿Cómo se evita que se compartan jeringuillas? ¿Se le ha explicado al contribuyente que deberá sufragar la distribución de unas drogas legales a través de una red pública? ¿Estaríamos todos dispuestos a abonar dicho gasto sanitario, farmacéutico?
El abaratamiento y legalización de la droga no equivale a erradicar la delincuencia.
La legalización parcial y controlada ya existe en España: en todas las comunidades autónomas hay programas de administración de metadona para heroinómanos censados. Su resultado es modesto y no ha erradicado el problema.
Se vuelve una vez más a la necesaria aplicación del sentido común, el menos común de los sentidos.
Un saludo cordial
¡Sed muy felices!