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Versos sueltos

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Versos sueltos
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#4793

Re: Versos sueltos

Deseando de llegar a él...

 

 

RETRATO DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO

Sin dientes, pero con dientes
como sierra y a la noche no cierra
el negro terciopelo que lo entierra
entre el clavel y el clavón crujiente.

Bailados sueños y las jácaras molientes
sacan el vozarrón Santiago de la tierra.
Noctámbulo tizón traza en vuelo ardientes
elipses en Nápoles donde el agua yerra.

Muérdago en semilla hinchado por la brisa
risota en el infierno, el tiburón quemado
escamas sueltas, tonsura yerto.

En el fin de los fines ¿qué es esto?
Roto maíz entuerto en el faisán barniza
y en la horca se salva encaramado.

autógrafo

José Lezama Lima

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.

#4794

Re: Versos sueltos

Interesante...

 

 

CÁMARA DE TORTURA

Su ayuda es mi sueldo
Su sueldo es la cuadratura de mí círculo,
que saco con los dedos para mantener su agilidad
Su calculadora es mi mano a la que le falta un dedo con el que me prevengo de los errores de cálculo
Su limosna es el capital con que me pongo cuando se la pido

Su aparición en el Paseo Ahumada es mi estreno en sociedad
Su sociedad es secreta en lo que toca a mi tribu
Su seguridad personal es mi falta de decisión
Su pañuelo en el bolsillo es mi bandera blanca
Su corbata es mi nudo gordiano
Su terno de Falabella es mi telón de fondo
Su zapato derecho es mi zapato izquierdo doce años después
La línea de su pantalón es el límite que yo no podría franquear aunque me disfrazara de usted después de empelotarlo a la fuerza
Su ascensión por la escalinata del Banco de Chile es mi sueño de Jacob por el que baja un án gel rubio y de alas pintadas a pagar, cuerpo a cuerpo, todas mis deudas
Su chequera es mi saco de papeles cuando me pego una volada
Su firma es mi entretención de analfabeto
Su dos más dos son cuatro es mi dos menos dos
Su ir y venir es mi laberinto en que yo rumiante me pierdo perseguido por una mosca
Su oficina es el entretelón en que se puede condenar a muerte mi nombre y su traspaso a otro cadáver que lo lleve en un país amigo
Su consultorio es mi cámara de tortura
Su cámara de tortura es el único hotel en que puedo ser recibido a cualquier hora sin previo aviso de su parte
Su orden es mi canto
Su lapicera eléctrica es lo que hace de mí un autor copioso un maldito iluminado o el cojonudo que muere pollo, según quien sea yo en ese momento
Su mala leche es mi sangre
Su patada en el culo es mi ascensión a los cielos que son lo que son y no lo que Dios quiere
Su tranquilidad es mi muerte por la espalda
Su libertad es mi perpétua
Su paz es la mía siempre y cuando yo goce de ella eternamente y usted de por vida
Su vida real es el fin de mi imaginación cuando me pego una volada
Su mujer es en tal caso mi gatita despanzurrada
Su mondadientes es ahora mi tenedor
Su tenedor es mi cuchara
Su cuchillo es mi tentación de degollarlo cuando me mamo un cogollo
Su policial es el guardián de mi impropiedad
Su ovejero es mi degollador a la puerta de su casa como si yo no fuera una maldita oveja extraviada
Su metralleta es mi novia con la que tiro en sueños
Su casco es el molde en el que vaciaron la cabeza de mi hijo cuando nazca
Su retreta es mi marcha nupcial
Su basural es mi panteón mientras no se lleven los cadáveres.

autógrafo

Enrique Lihn

 

 

 

E inteligente

 

 

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#4795

Re: Versos sueltos

.

FAMILIA

Familia, me declaro culpable, tú
La culpa me empuja a la culpa,
ahora la absolucion misma sería su levadura.
En esta maleta cabe todo el fango del mundo y de sus alrededores,
cualquiera pequeña historia soez,
la idea del pecado original y eso
de ser capado a uña y sin dolor
entre misterios idiotas
lo que es el colmo de la humillación
El sueño, nada de interpretaciones
digo que allí ensayamos, pero groseramente,
el mal del que somos a la luz del día
un juego de sombras contagiosas
No viajo, huyo, mis propios sueños no me dejan dormir
quejándome del insomnio de la vejez tan prematuramente
todo para ocultarle la verdad a mis acreedores
gente sencilla,
que mi negocio es más sucio de lo que parece:
no engaño, atormento. No me mueve el interés personal sino el afán de la bancarrota,
la obsesión de la quiebra, en una palabra el miedo
por el que empieza la barbarie.

autógrafo

Enrique Lihn

 

 

 

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#4796

Re: Versos sueltos

Único describiendo el mar...

 

 

 MAREA VIVA

Como la ola pero no como la mar inacabable 
como la ola solamente que nace y se derrumba 
como la ola que muere de su propio impulso 
que se expande rugiente y se estrella espumea destella 
hasta abolirse en la ribera o regresar a su origen 
como la ola que es un temblor del tiempo 
tú y yo sobre la playa 
                                frente a las olas 
en el tiempo que nos destruye y nos repite.

Más tarde 
                después 
                              cuando no estemos 
¿verán otros ojo este mismo movimiento 
con los ojos de quienes lo contemplamos ahora? 
¿podremos asomarnos a aquella mirada? 
¿tendrá la nostalgia en otros labios 
                                                      sabor a salitre 
como ahora la tiene en tus labios? 
¿Despedirán las aguas descendentes 
este profundo macerado olor sulfuroso 
levemente carnal y carnívoro 
que evoca despojos de líquenes de algas de mariscos? 
si así fuese: ¿los sabrán nuestros polvos 
                                                            lo sabrá nuestra muerte?

Desde lo profundo del otoño marino 
te invito a subir hacia el día futuro clarísimo 
en que alguna pareja enlazada 
                                                semejante a la nuestra 
al contemplar las olas que rompen destellan espumean se abolen 
pensará en la muerte uniforme general 
pensará en la suya y en quienes más tarde 
podrán perpetuar la mirada con que se aman ahora 
la mirada con que también ven moverse las olas 
en el tiempo sien duración que las repite y las destruye.

Acaso sientan ellos entonces vivir su eternidad. 
Acaso la sentirán como si fuera el firmamente 
acaso empiecen a ascender hacia su nebulosa 
como las aguas vivas del mar en tiempos de equinoccio.

autógrafo

Juan Liscano

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

 

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#4797

Re: Versos sueltos

Entérate de una vez y para siempre...

 

 

 

  INSTANTÁNEA

                        —Lo que pasa volando permanece. 
                        —Porque se oculta. 
                        —Y se vuelve a pasar, volando.

En la habitación vacía, 
descuidada, 
                cruzó la ráfaga de alguien.

En el cuarto abandonado 
de la casa ruinosa 
la luz encarnó en alguien que pasa.

Eternidad del instante ahondado, 
escena fijada y sin tiempo.

                        —Pasa sin pisar, sin cuerpo cierto. 
                        —Sale del vacío, vuelve a él. 
                        —Y en el tránsito, la luz lo asume.

Aparición de lo impreciso: 
ser, relámpago, ficción, reflejo, 
emanaciones de lo invisible.

Nada y todo, movimiento efímero 
de la vida.

El sol alumbró de pronto 
de lo que se desvanece, 
lo que ya no es.

autógrafo

Juan Liscano

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

Porque lo hay, y no lo ves.

 

 

 

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#4798

Re: Versos sueltos

No puedo parar de reír...

 

 

 

AL SUEÑO

  EL HIMNO DEL DESGRACIADO

«Que el grande y el pequeño
Somos iguales lo que dura el sueño»


LOPE DE VEGA, Canción

Desciende a mí, consolador Morfeo,
Único dios que imploro,
Antes que muera el esplendor febeo
Sobre las playas del adusto moro.

Y en tu regazo el importuno día
Me encuentre aletargado,
Cuando triunfante de la niebla umbría
Asciende al trono del cenit dorado.

Pierda en la noche y pierda en la mañana
Tu calma silenciosa
Aquel feliz que en lecho de oro y grana
Estrecha al seno la adorada esposa.

Y el que halagado con los dulces dones
De Pluto y de Citeres,
Las que a la tarde fueron ilusiones,
A la aurora verá ciertos placeres.

No halle jamás la matutina estrella
En tus brazos rendido
Al que bebió en los labios de su bella
El suspiro de amor correspondido.

¡Ah! déjalos que gocen. Tu presencia
No turbe su contento;
Que es perpetua delicia su existencia
Y un siglo de placer cada momento.

Para ellos nace, el orbe colorando,
La sonrosada aurora,
Y el ave sus amores va cantando,
Y la copia de Abril derrama Flora.

Para ellos tiende su brillante velo
La noche sosegada,
Y de trémula luz esmalta el cielo,
Y da al amor la sombra deseada.

Si el tiempo del placer para el dichoso
Huye en veloz carreta,
Une con breve y plácido reposo
Las dichas que ha gozado a las que espera.

Mas ¡ay! a un alma del dolor guarida
Desciende ya propicio;
Cuanto me quites de la odiosa vida,
Me quitarás de mi inmortal suplicio.

¿De qué me sirve el súbito alborozo
Que a la aurora resuena,
Si al despertar el mundo para el gozo,
Sólo despierto yo para la pena?

¿De qué el ave canora, o la verdura
Del prado que florece,
Si mis ojos no miran su hermosura,
Y el universo para mí enmudece?

El ámbar de la vega, el blando ruido,
Con que el raudal se lanza,
¿Qué son ¡ay! para el triste que ha perdido,
Ultimo bien del hombre, la esperanza?

Girará en vano, cuando el sol se ausente,
La esfera luminosa;
En vano, de almas tiernas confidente,
Los campos bañará la luna hermosa.

Esa blanda tristeza que derrama
A un pecho enamorado,
Si su tranquila amortiguada llama
Resbala por las faldas del collado,

No es para un corazón de quien ha huido
La ilusión lisonjera,
Cuando pidió, del desengaño herido,
Su triste antorcha a la razón severa.

Corta el hilo a mi acerba desventura,
Oh tú, sueño piadoso;
Que aquellas horas que tu imperio dura
Se iguala el infeliz con el dichoso.

Ignorada de sí yazca mi mente,
Y muerto mi sentido;
Empapa el ramo, para herir mi frente,
En las tranquilas aguas del olvido.

De la tumba me iguale tu beleño
A la ceniza yerta,
Sólo ¡ay de mí! que del eterno sueño,
Mas felice que yo, nunca despierta.

Ni aviven mi existencia interrumpida
Fantasmas voladores,
Ni los sucesos de mi amarga vida
Con tus pinceles lánguidos colores.

No me acuerdes crüel de mi tormento
La triste imagen fiera;
Bástale su malicia al pensamiento,
Sin darle tú el puñal para que hiera.

Ni me halagues con pérfidos placeres,
Que volarán contigo;
Y el dolor de perderlos cuando huyeres
De atreverme a gozar será el castigo.

Deslízate callado, y encadena
Mi ardiente fantasía;
Que asaz libre será para la pena
Cuando me entregues a la luz del día.

Ven, termina la mísera querella
De un pecho acongojado.
¡Imagen de la muerte! después de ella
Eres el bien mayor del desgraciado.

autógrafo

Alberto Lista

 

Tal es la coincidencia con la realidad...

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

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#4799

Re: Versos sueltos

Juraría que de él tengo un libro...

 

 

No entiendo por qué no se ponen más de él.

 

 

 EPÍSTOLA A EMILIO ARRIETA

De nuestra gran virtud y fortaleza
Al mundo hacemos con placer testigo:
Las ruindades del alma y su flaqueza
Sólo se cuentan al secreto amigo.
De mi ardiente ansiedad y mi tristeza
A solas quiero razonar contigo:
Rasgue a su alma sin pudor el velo
Quien busque admiración y no consuelo.

No quiera Dios que en rimas insolentes
De mi pesar al mundo le dé indicios,
Imitando a esos genios imprudentes
Que alzan la voz para cantar sus vicios.
Yo busco, retirado de las gentes,
De la amistad los dulces beneficios:
No hay causa ni razón que me convenza
De que es genio la falta de vergüenza.

En esta humilde y escondida estancia,
Donde aún resuenan con medroso acento
Los primeros sollozos de mi infancia
Y de mi padre el postrimer lamento:
Esclarecido el mundo a la distancia
A que de aquí le mira el pensamiento,
Se eleva la verdad que amaba tanto;
Y. antes que afecto, me produce espanto.

Aquí, aumentando mi congoja fiera.
Mi edad pasada y la presente miro.
La limpia voz de mi virtud entera.
Hoy convertida en áspero suspiro,
Y el noble aliento de mi edad primera
Trocado en la ansiedad con que respiro,
Claro publican dentro de mi pecho
Lo que hizo Dios y lo que el mundo ha hecho.

Me dotaron los cielos de profundo
Amor al bien y de valor bastante
Para exponer al embriagado mundo
Del vicio vil el sórdido semblante;
Y al ver que imbécil en el cieno hundo
De mi existencia la misión brillante,
Me parece que el hombre en voz confusa
Me pide el robo y de ladrón me acusa.

Y estos salvajes montes corpulentos,
Fieles amigos de la infancia mía,
Que con la voz de los airados vientos
Me hablaban de virtud y de energía,
Hoy con duros semblantes macilentos
Contemplan mi abandono y cobardía,
Y gimen de dolor, y cuando braman,
Ingrato y débil y traidor me llaman.

Tal vez a la batalla me apercibo;
Dudo de mi constancia y de esta duda
Toma ocasión el vicio ejecutivo
Para moverme guerra más sañuda;
Y, cuando débil el combate esquivo,
«Mañana, digo, llegará en mi ayuda»;
¡Y mañana es la muerte, y mi ansia vana
Deja mi redención para mañana!

Perdido tengo el crédito conmigo,
Y avanza cual gangrena el desaliento:
Conozco y aborrezco a mi enemigo,
Y en sus brazos me arrojo soñoliento.
La conciencia el deleite que consigo
Perturba siempre: sofocar su acento
Quiere el placer, y, lleno de impaciencia,
Ni gozo el mal ni aplaco la conciencia.

Inquieto, vacilante, confundido
Con la múltiple forma del deseo,
Impávido una vez, otra corrido
Del vergonzoso estado en que me veo,
Al mismo Dios contemplo arrepentido
De darme un alma que tan mal empleo:
La hacienda que he perdido no era mía,
Y el deshonor los tuétanos me enfría.

Aquí, revuelto en la fatal madeja
Del torpe amor, disipador cansado
Del tiempo, que al pasar sólo me deja
El disgusto de haberlo malgastado;
Si el hondo afán con que de mí se queja
Todo mi ser, me tiene desvelado,
¿Por qué no es antes noble impedimento
Lo que es después atroz remordimiento?

¡Valor! y que resulte de mi daño
Fecundo el bien: que de la edad perdida
Brote la clara luz del desengaño
Iluminando mi razón dormida:
Para vivir me basta con un ario,
Que envejecer no es alargar la vida:
¡Joven murió tal vez que eterno ha sido,
Y viejos mueren sin haber vivido!

Que tu voz, queridísimo Emiliano,
Me mantenga seguro en mi porfía;
Y así el Creador, que con tan larga mano
Te regaló fecunda fantasía,
Te enriquezca, mostrándote el arcano
De su eterna y espléndida armonía;
Tanto, que el hombre, en su placer o duelo
Tu canto elija para hablar al cielo.

Los ecos de la cándida alborada,
Que al mundo anima en blando movimiento,
Te demuestren del alma enamorada
El dulce anhelo y el primer acento;
El rumor de la noche sosegada,
La noble gravedad del pensamiento;
Y las quejas del ábrego sombrío
La ronca voz del corazón impío.

Y el gran torrente que, con pena tanta,
Por las quiebras del hondo precipicio,
Rugiendo de amargura, se quebranta,
Deje en tu alma verdadero indicio
De la virtud, que gime y se abrillanta
En las quiebras del rudo sacrificio,
Y en tu canto resuenen juntamente
El bien futuro y el dolor presente.

Y en las férvidas olas impelidas
Del huracán, que asalta las estrellas,
Y rebraman, mostrando embravecidas
Que el aliento de Dios se encierra en ellas,
Aprendas las canciones dirigidas
Al que para en su curso las centellas,
Y resuene tu voz de polo a polo,
De su grandeza intérprete tú solo.

autógrafo

Adelardo López de Ayala

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

Me equivoco con otro López de Ayala... ¿?

 

Me temo que sí.

 

 

 

 

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#4800

Re: Versos sueltos

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CANCIÓN

Recuérdate de mi vida, 
pues que viste 
mi partir e despedida 
ser tan triste.

          [I]

Recuérdate que padesco 
e padesçí 
las penas que non meresco, 
desque vi 
la respuesta non devida 
que me diste; 
por lo qual mi despedida 
fue tan triste.

          [II]

Pero no cuydes, señora, 
que por esto 
te fue ni te sea agora 
menos presto; 
que de llaga non fingida 
me feriste; 
así que mi despedida 
fue tan triste.

firma y sello Marqués de Santillana

Marqués de Santillana

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

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