Encima, tienen la cara dura estos individuos de ONESAT, de pedirme opinión, y se la dí:
Srs.:
Mi opinión no les interesa en absoluto. Se podrían ahorrar, con un mínimo de vergüenza, el preguntar. Me siento estafado y robado. Son ustedes unos impresentables.
108,6 € por 7 minutos de trabajo. ¡Vaya! No cuestiono el precio, pues entiendo que a un profesional se le paga por lo que sabe y no por lo que hace. No, no me quejo del precio, me quejo del abandono posterior y de la indefensión que me produce el que no me presten ni la mínima atención. Por su puesto después de los 108,6 € el aparato sigue sin funcionar.
No sirvió de nada la sabiduría (108,6 €) del técnico.
Me encantaría poder hablar con alguien con “mando” para que me explicará la falta de profesionalidad que tienen ustedes, tanto a nivel técnico como administrativo.
En fin, sigan robando, poco a poco se acabarán los clientes.
Si ese es su negocio, pues ojala se arruinen rápido, y así habrá menos clientes timados.
En este Parte de trabajo, 89374, tienen mis datos por si quieren ponerse en contacto conmigo. No tengo ninguna esperanza.