Una de las fórmulas básicas en todo programa de Gerencia de Riesgos es contar con sistemas redundantes donde la probabilidad de grandes daños o pérdidas consecuenciales se agrave fuertemente en el caso de que un circuito único tenga probabilidad de fallo.
En un avión con un solo piloto el riesgo de siniestro en caso de fallo humano o desaparición del humano (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/18/internacional/1245339803.html - http://www.denuncia-social.com/pasajero-aterriza-avion-piloto-muerto/ - http://es.wikinews.org/wiki/Muri%C3%B3_un_piloto_de_Continental_Airlines_en_pleno_vuelo ¿Seguímos, porque hay más...?) es del 100% lo cual no creo que sea aceptable para nadie y, cuando digo nadie, me refiero a:
- pasajeros con dos dedos de frente o, incluso, uno solo.
- empresas de renting de aviones comerciales
- seguros de aviación comercial (daños y Rcivil)
- administración aeronáutica.
Si eso ocurre, no bastará con no comprar billete. Habrá que ver que tu casa no se halle en la ruta de ninguno de los planes de vuelo de esta basca.
Está claro que la probabilidad de que un solo piloto casque durante trayectos cortos es igual a la que se sufre en viajes transoceánicos; lo que varía es una menor exposición al riesgo lo que disminuye la probabilidad resultante pero no la dependiente del factor decisivo. En términos sencillos: si yo llevo una borrachera de campeonato y me pongo al volante puedo chocar con la primera farola, con la última o con cualquiera intermedia. Si hago un trayecto de 1 Km me la puedo pegar pero es más probable si el trayecto es de 20 Km. Pero borracho y conduciendo el pasaje corre riesgo grave en ambos casos ¿verdad?
No obstante, me permito una reflexión adicional: ¿hasta dónde puede llegar un consumidor apretando al mercado por un precio cada vez más bajo? ¿dónde está el límite que una empresa está dispuesta a aceptar por conseguir cuota de mercado entre los clientes que tienen ese nivel de exigencia... a la baja? Preocupante.
Saludos,