Nuestro banquete también fue una comida íntima, pero luego tuve que hacer otra pequeña reunión porque al único hermano de mi madre le quedó una pena terrible de no poder haber asistido a la primera por su delicado estado de salud, motivo por el cuál, mi entonces recién estrenado marido y yo consideramos hacer una segunda comida en familia, también muy íntima con esa parte tan importante de la familia, habida cuenta de que mi madre ya no estaba con nosotros.
Que sepas que la última frase me ha emocionado y la he guardado para leérsela a mi guiri, que con lo romántico que es, seguro que le va a encantar. Gracias.
Un saludo.
Ah, por cierto, como esta vez nos hemos separado para hacer todas las gestiones de Bilbao y de Viena, casi hemos terminado, así que se puede decir que en dos días ya estaré con fuerzas renovadas para lanzarme a escribir esos 700 (como poco) posts que llevamos de retraso, jajaja
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.