Re: Me voy a Lisboa
Todavía no me he arrepentido nunca de tener perro en casa, pero SALVANDO LAS DISTANCIAS, es como tener un hijo. Te da muchas alegrías pero tambien mucho trabajo e incluso disgustos.
Nada más llegar a casa, llevaba una semana o así, mi Rigoberto se tragó una rana de peluche que le tiró el adiestrador para entrenarle, para ver a qué estímulos reaccionaba, porque todavía era muy chiquitín para enseñarle defensa del hogar etc. Y Rigo decidió tragarse la rana. Después de comer, comenzó con problemas de digestión, urgentemente para la clínica veterinaria, operación quirúrgica a vida o muerte... ¡Menudo susto! Y, como no entra por la Seguridad Social, jejeje, pues como si hubiéramos comprado dos perros en vez de uno, que -en ese momento- es lo de menos, pero hay que calcularlo todo, antes de dar el paso...
En fin, luego todo han sido alegrías, pero ahora, ya ves, estamos esperando resultados de una analítica compleja para determinar qué tipo de infección puede tener. Es un ser vivo y ésto conlleva mucha dedicación, si lo quieres tener en buenas condiciones, claro.
Buenas noches
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.