Calla, calla, que mandé ayer un correíto por la noche a última hora y hoy me han enviado un cuestionario para rellenar, condición indispensable para poder adoptar un cachorro, en que me preguntan hasta cuándo hago el amor... (casi)
Ni te imaginas el cuestionario, de dos o tres hojas... (he dejado de leerlo).
Me parece absolutamente estúpido que me pregunten qué carácter tenemos los seres humanos de la casa. No les voy a contar la mala leche que tengo, porque intuirán que les pego a los bichos. ¡¡Con que en la perrera les mimen la mitad de lo que lo hago yo, podrían darse con un canto en los dientes!! Y que quieren pedir referencias al veterinario y que si pueden hablar con no sé quién de mí...
Anda y que le den a la maldita burocracia que todo lo hace más complicado.
Sigo con la búsqueda del perro pijo.
¡Feliz día!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.