Desgraciadamente así es Pilvira, desde que nacemos es así, de muy pequeñines nos llevamos todo a la boca y si nos cortamos o atragantamos aprendemos que no se debe hacer ésto o lo otro. De jovencitos crees que eres el rey del mambo y que tus padres están más anticuados que las maracas de Machín. Luego que si el primer desengaño y aprendes a no entregar tu corazón al primero que te dice "que bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas" y en la etapa adulta, que se supone que ya tendríamos que estar de vuelta de todo, nos la cuelan doblada y sin calzador en cuanto nos distraemos.
Pero vamos aprendiendo, golpe a golpe... pero aprendemos y éso es lo importante. Ir recordando experiencias para no caer otra vez en lo mismo.
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.