Uy, que no, jefe. La vida, las circunstancias, las faenitas con P mayúscula, los desamores juveniles, los desengaños, las estafas...., las alegrías, el amor (con minúsculas y con mayúcula), las amistades que no cambian nunca a pesar de canas y arrugas...
Con todas estas cosas y personas, vas cambiando el carácter, la manera de ver las cosas, de actuar... En fin, que yo me noto ultimamente muy distinta.
El ser cabroncete es ése con cuernecillos que aparece encima de mi cabeza cuando me viene un pensamiento demasiado dulce, inocente y cándido y me dice: "¿Te lo vas a creer todito todo, nena?... ¡Venga ya!", ;-)
Sí, voy a tener que cambiar mi firma porque solo pretende incitar a la sonrisa ajena y alguno se lo está tomando a que voy por la vida riéndome de los demás. De hecho, me lo acaban de decir ahora mismo en otro hilo...
Tendré que volver a la firma de antes, la de disfrutar el primer día del resto de nuestras vidas, que es hoy... O quizá escriba una frase en alemán de Viena, para mosquear aún más al personal, jejeje, y salga algun resabiado -que los hay y siguen sueltos- a corregir mi alemán, jijiji...
Un besote
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.