Re: Me voy a Lisboa
Yo practique el ajedrez, posiblemente en exceso, y sus partidas me parecían lo mas, era finamente agresivo, con su tácticas sicologicas poco convencionales (como presentarse en una partida justo antes de que le pudieran descalificar por incoparecencia) sacaba de sus casillas a cualquiera, si ademas parecía que no pensaba, que no era rápido el joio, que descanse en paz.
Ni los ricos de verdad enseñan el dinero ni los genios de verdad alardean de su superioridad.
Cuando a algun politico de los que me toca sufrir, les oigo el yo, yo, yo, me pongo a parir, y segun las circunstancias suelto un hachazo, aunque no creas que se inmutan mucho.
Un abrazo.