Re: Me voy a Lisboa
¿Son todos los Papanoeles buenos? La respuesta es sí, aunque a veces las apariencias engañen:
La otra cara de la Navidad, Navidad, Dulce Navidad. Estas son fechas para escribir la carta a Papá Noël, Santa Claus, San Nicolás, Niklaus, etc. o como le queramos llamar, pero en algunos países de Europa, también hay una oscura versión del hombre de rojo, (no, no es quien estáis pensando, aunque también sea rojo y malo, ;-) ), que dicen las malas lenguas que un día fue verde, pero una firma de refrescos de cola lo modificó. En la mayoría de lugares a los niños malos Santa Claus les trae carbón, como los Reyes Magos aquí y tantos otros personajes y demás figurines navideños: en el folklore alpino y tradición allende los Alpes, a los niños malos se los lleva en un saco un demonio muy malo llamado "Krampus". En todas las culturas hay alguna leyenda o personaje que asusta a los niños y se los lleva, como “el hombre del saco” o “el coco”, por citar algunos. A los peques que comíamos mal, nos llamaba a la puerta el coco, jejeje. Véase que hablo en pasado, hoy en día el coco llama a mi puerta para reclamar la comida que le quité de su plato, ;-) Este demonio llamado Krampus cumple la misma función, pero es además el duende anti-navideño, lo opuesto a Papa Noël, para entendernos. Vamos, el que me temo que vaya a venir a mi casa. Taponaré la entrada de la chimenea por si acaso y al de rojo le pondré unas flechas indicativas de un camino, que él solo pueda reconocer. Unas zanahoras para el reno Rudolf, que dirige a sus compis tirando del trineo volador, por ejemplo, jejeje. La palabra Krampus proviene del antiguo alemán “krampen”, que significa garra. Es conocido también como: "Knecht", "Ruprecht", "Klaubauf", "Pelzebock", "Schmutzli". "Schmmutzig" significa sucio. Este demonio es sirviente de Santa Claus -a este punto hay varias versiones, unos dicen que sirviente, otros que enemigo declarado- y es el encargado de quitar el trabajo sucio al señor de rojo, castigando a los niños malos en las vísperas de Navidad y si los niños no se portan bien y persisten en sus fechorías, ;-), se los lleva al infierno en su cesta. Un caballero "encantador", como se puede constatar en estas líneas. Su leyenda procede del centro de Europa, especialmente de la región alpina, con una antigüedad de miles de años. A mí que no me miren, que solo tengo 420, minuto arriba, minuto abajo, ;-) Según la leyenda, este demonio que vive bajo tierra, aparece en la tarde del 5 o 6 de diciembre, merodeando las calles durante dos semanas haciendo sonar campanas, cencerros más bien -vamos. que no campanillas de tintineo celestial precisamente- y cadenas oxidadas que golpea contra el suelo, que usa para asustar con su presencia, como si su aspecto no asustara lo bastante ya.
Su apariencia es representada por una criatura parecida al íncubo, con un rostro diabólico acompañado de una larga lengua roja, -me está recordando al SPAU, jeje- con cuernos en la frente y mirada enfermiza. Su cuerpo está cubierto por un oscuro y tupido pelaje (de ahí lo de "Pelz", sus patas son similares a las de un ogro peludo o también de burro o caballo. En muchas imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, en la cuál, como ya hemos dicho anteriormente, teoricamente se lleva a los niños malos para después conducirles al infierno. En otras culturas, el Krampus también es representado por un viejo con barba cerrada y pelo canoso, su aspecto es el de un ermitaño, con el pelo y barbas greñosas, pero que recuerda más al San Nicolás que premia a los niños buenos, con aspecto desaliñado, como el de la foto inicial. Europa tuvo una gran variedad de “demonios navideños”, producto de sus raíces paganas. En la Edad Media, la celebración de la Navidad se parecía a las americanísimas fiestas de Halloween -ahora tan españolísimas también, ;-(- , ya que la gente se disfrazaba de demonios navideños y monstruos absurdos, y pedían comida y bebida en las calles...
Krampus fue aislado y condenado por la iglesia, por ser un demonio pagano, pero no se logró erradicar una tradición tan arraigada. A finales del siglo XX las fiestas de disfraces y reuniones sociales recuperaron la figura del Krampus. Ahora los jóvenes -y no tan jóvenes- de muchas zonas de Europa, como Austria y Hungría se disfrazan de Krampus mientras se divierten y asustan a los niños en divertidas cabalgatas. En Austria, durante el día de San Nicolás, llamado también la Noche de Krampus “Krampusnacht”, muchos adultos disfrazados de esta criatura con trajes que pueden superar los 40kg de peso, comienzan un antiguo ritual conocido hasta el presente como la “Carrera del Krampus”, en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños. Conozco yo a un Krampus personalmente, así que puedo dar fe de ello. Con la disculpita de que es el maligno Krampus, aprovecho para arrearle cada escobazo... El crecimiento de interés por este personaje se debe en gran parte a la popularidad que San Nicolás adquirió en el siglo XIX. Por ello se crearon postales e imágenes del Krampus, como alguna de las que he posteado, que se envían por Navidad. Esta publicidad también comenzó en 1800 y años posteriores y su fama llegó al máximo en 1914, al principio de la Primera Guerra Mundial. Las tarjetas del Krampus representaban el lado travieso de la temporada. Sed malos y "sabréis lo que es bueno". ¡Feliz comienzo de las fiestas navideñas! En nuestra casa comienzan... ¡ya! Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.