Como era de esperar no hay foto de la factura, jajaja. Lo único que he encontrado en referencia al dichoso cava del Drolma son fotos en la mesa o bebiéndolo, pero ni una triste foto de la botella. Claro, por aquellos entonces no fotografiábamos las comidas en los restaurantes. Todavía no había caído en las manos de estos lisboéticos, que me han pervertido, jajjaaaa, ;-)
Ya ves, como te comentaba, fui a BCN con el brazo roto, dentro de la blusa. :-(
Un abrazo (ahora ya con dos brazos, a Dios gracias)
En el Parque Güell, bueno, a punto de entrar...
Edito: Y ahora tristemente me doy cuenta de que por aquellos entonces tampoco me habían destrozado el estómago los cabritos del Stafander a base de disgustos... y podía beber y comer lo que me apetecía...
Esa misma tarde subimos al Tibidabo... agotada es poco...
Como bien decías, el hotel estaba muy bien ubicado...
En el centro del Modernismo Catalán...
Y en otro momento pondré más fotitos de otros días de visita en la Ciudad Condal, ahora tengo que sacar a los chuchines al jardín.
Otro abrazo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.