Bueno, fotos ha hecho fundamentalmente de exteriores, en eso se parece a mí. Yo hice alguna de platos con viandas, pero no de todos, ya que cuando la conversación es amenísima y el ambiente agradable, uno se olvida hasta de las obligaciones de todo buen lisboético.
Que conste en acta, que el único okupa verdaderamente okupa en toda regla, fue Tuti y porque no le dejaban dormir en el hotel, que si no, SPAU se habría encargado personalmente de acompañarle hasta la puerta, ¡qué mala uva tiene mi pequeñajo, por favor!, jajaaaa.
Si he de ser sincera, la anfitriona sale cada vez menos, nada más llegar a esta zona, éramos dos pingos que no parábamos en casa, pero ahora, por cuestiones ya citadas, nos resulta cada vez más complicado.
Depender de otros para todo dificulta mucho las entradas y salidas.
Abrazo a la sombrillita, que al sol cada vez le aguanto menos, qué viejilla estoy, jajaaa. Tenía una sombrilla que me regaló el Satánico y se la regalé a la señora que venía antes, hasta que pasó lo que pasó y tuvo que irse. Ella toda contenta y yo más...
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.