Ayer me tuve que ir por la tarde, justo cuando iba a ponerme a subir fotos de El Callejón de Albacete, oí un cataplán, mi padre se había caído al suelo. Por el calor, se había levantado de la siesta un poco mareado y en vez de decírmelo, se fue a por una botella de refresco isotónico y se cayó. Total, que se hizo una heridita, pero como está con el anticoagulante, pues fue muy escandaloso. A Dios gracias se quedó en un susto, pero chico, menuda racha que llevamos en este año 2013. Al final me haré supersticiosa, ;-)
Que conste que en La Finca, lo de la ostra solo me pasó una vez y bueno, tampoco les eché la culpa porque el menú es de lo que más sirven y supongo que tampoco se produjo una epidemia de ostras, te toca a tí y punto. ¡Mala suerte, qué se le va a hacer! De hecho, como te he comentado, hemos vuelto un par de veces más, ya siempre con amigos, solos preferimos La Masía, que le estamos cogiendo hasta cariño...
Sí, el Vincle es lo que tiene, empiezan muy bien y cuando te van cogiendo confiancilla, se empiezan a pasar. Lo gordo del caso es que una amiga ilicitana me advirtió de ello, pero como me gustaba el sitio, lo veía familiar, las vistas desde el balcón de arriba son superagradables, para quienes nos gusta el campo, ese aroma de azahar que desprende la multitud de naranjos que tienen a su vera, es delicioso... Pero claro, pegarnos una clavada por un helado, pues va a ser que no, que una bola de helado me la sirvo en mi casa y no me cuesta ese precio. Oye, sin barquillito, ni caramelo, ni nada, plas, la bola allí plantada en medio del plato, sola. ¡Menuda tomadura de pelo!
Además, luego me he acordado, mi marido pidió una ensalada de endibias, (le encantan las ensaladas) y le trajeron una verde y las endivias allí no aparecían ni en foto. A ver, si pido endivias, quiero endivias y no lechuga iceberg... Ya me da igual de qué precio sean, si quiero A, no me des B. Ni más ni mangas.
(Ahora me entra la duda existencial de si endibia se escribe con B o con V, miro en goooooogle y parece que la rae acepta las dos posibilidades)
En el Nugolat fueron encantadores. Guardo un recuerdo muy bonito, un detallazo. Mi marido no quería ese día arroz y a mí me apetecía muchísimo uno de marisco. Total, que super amables, me dijeron que tranquila, que me lo hacían para mí solita y me quitaron el "caprichín". ¿Sabes cuando te vas de un sitio pensando "aquí hay que volver"? Menos mal que ese día no pusieron cristales en el menú, XD
En el Estanquet solo hemos ido a comer Costra, como en el Casino. Me gustó más la del primero, a pesar de que muchos me habían recomendado la del segundo.
Lo que ocurre es que por esta zona hay muchos muy buenos y cuesta repetir.
Mira, Casa Rico no lo conozco, me lo apunto para una escapada santapolera. En Santa Pola hemos estado en el Varadero, me gusta más en invierno que en verano. A Batiste hace, uuuhhh, los años que no he ido, pues fíjate que la última vez que estuve fui con mi tía abuela, siendo yo muy jovencita todavía.
Alicante lo tenemos trilladito, sí, jajaaaa, pero reconociendo que hay restaurantes muy buenos, ninguno le hace sombra a los buenos ilicitanos y por comodidad, por estar más cerca de casa, casi siempre elegimos uno de por aquí.
Jajaaa, nosotros también solemos rubricar nuestro comienzo de vacaciones y nuestra despedida vacacional en algún sitio. Bueno, la verdad es que en mi casa, celebramos todo lo celebrable y si no hay santo patrón conocido, nos lo inventamos, San Hoy, porque hoy es hoy y no vamos a volver a disfrutar de un día como hoy. Así, por el morro, solo se vive una vez, compañero y hemos de vivir con intensidad el momento.
Gracias por las sugerencias, cualquier cosa que se te ocurra, no solo restaurantes, pastelerías dónde sepas que hacen un dulce típico, yo qué sé, lo que se te ocurra, soy todo oídos (bueno, en este caso, más bien ojos)
Los chuchis me requieren. ¡Hasta pronto!
Un abrazo culinario
¡Sed felices!