Re: El cuadro de la Pantera Rosa
¿Es el Infierno exotérmico (emite calor) es endotérmico (absorbe calor)?
En primer lugar, necesitamos saber en qué medida la masa del Infierno varía con el tiempo.
Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el Infierno y a qué ritmo salen.
Tengo sin embargo entendido que, una vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él.
Por lo tanto, no se producen salidas." "En lo referente a cuántas almas entran, veamos lo
que dicen las diferentes religiones. La mayoría de ellas declaran que si no perteneces a
ellas, irás al Infierno. Dado que hay más de una religión que así se expresa y dado que
la gente no pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al Infierno.
Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el número de
almas en el Infierno crece de forma exponencial. Veamos ahora cómo varía el volumen
del Infierno. Según la Ley de Boyle, para que la temperatura y la presión del Infierno
se mantengan estables, el volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas."
"Hay dos posibilidades:
1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de almas, la temperatura
y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste se desintegre.
2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de almas, la temperatura
y la presión desminuirán hasta que el Infierno se congele.
¿Qué posibilidad es la verdadera?:
Si aceptamos lo que me dijo Sarah en mi primer año de carrera ("Se congelará el Infierno antes
de que me acueste contigo", y teniendo en cuenta que me acosté con ella ayer en la noche,
la posibilidad número 2 es la verdadera. Doy por tanto como cierto que el Infierno es Exotérmico
y que ya está congelado."
"El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta
más almas y está, por tanto, extinguido... dejando al Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino, lo que explica por qué, anoche, Sarah no paraba de gritar: ¡Oh, Dios mío!
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.