Re: Me voy a Lisboa
Creo recordar que mi madre consiguió que un amigo médico le hiciera un justificante en una ocasión, porque la profe de gimnasia tuvo la gran idea de que saltáramos al potro e hiciéramos piruetas en las barras asimétricas. Oye que me entraba pánico, entre mi desequilibrio innato, mi poca flexibilidad y gracia, las pasaba canutas, sufría y todo. Recuerdo que me llegué a esconder en el bosquecillo que rodeaba al colegio para hacer novillos de clase de deportes.
Pero desgraciadamente este médico solo lo hizo una vez. La segunda le debió decir a mi madre que a la niña no le pasaba nada ni en la espalda ni en nigun sitio, solo tenía que afrontar mis miedos. ¡C-ñ-!, a él me gustaría haberle visto subido en plan mono a aquéllas diabólicas asimétricas, ¡¡que no todas somos ni podemos ser Nadia Comaneci!!
Volando voy, volando vengo, vengoooo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.