Mientras se siga en el euro, si un país "cae", es decir, se hace insolvente, sería con toda seguridad rescatado. Sufriría recortes. Incluso si hubiera quitas en la deuda pública, es poco probable que se afecte a los depósitos. Además, si un banco es solvente, el Fondo de Garantía de Depósitos no interviene para nada.
El caso que a medio plazo puede suceder es que España decida salir del euro. Aunque no sabemos algo que no ha ocurrido, el gobierno español intentaría convertir a pesetas todos los depósitos de entidades que operen en España. Tiene incentivos para hacerlo: las hipotecas en ING tendrían que convertirse a pesetas pues si no todos los hipotecados quebrarían; y para mantener el balance bancario equilibrado también habría que hacer la conversión con los depósitos.
Sólo una cuenta fuera de España, que no esté afectada por la legislación española, quedaría a salvo. (El gobierno también intentaría embargarla, pero con poco éxito).