Los depositantes griegos se enfrentan a una quita en el inminente rescate bancario
La morosidad de los bancos antes del 'corralito' superaba el 35%
El 20% de los depositantes griegos,todos aquellos cuyo saldo sobrepasa los 100.000 euros, podría estar abocado a soportar una quita tras ponerse en marcha el mecanismo para recapitalizar a la banca. Según el memorándum aprobado ayer, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEdE) desembolsará de manera inmediata 10.000 millones de euros al sector, aunque reserva hasta otros 15.000 millones para un momento posterior.
La clave para saber cuanto peso del rescate deberán soportar accionistas, inversores y depositantes reside en el deterioro sufrido por los bancos durante las casi tres semanas que dura el corralito.
En Grecia, las cuatro mayores entidades, que se reparten el 95% del negocio, hubieran podido evitar que propietarios de deuda y depositantes tuvieran que sufrir quita alguna si la situación actual fuera la misma que al cierre del primer trimestre. Pero en Grecia la banca se deteriora con mucha rapidez y no sólo desde que el primer ministro, Alexis Tsipras, decidió convocar el referéndum del 5 de julio.
Toda la banca de inversión y los expertos dan por seguro que capital, híbridos y deuda no serán suficientes para cubrir la parte del 'agujero' que le corresponde y señalan que los depositantes deberán soportar una quita, al igual que ya sucediera en el rescate de Chipre.
También en Grecia existe este temor y en los últimos días, los empresarios se apuran a saldar deudas con Hacienda ante el temor de una quita. En algunos casos, el ingreso sitúa su saldo por debajo de los 100.000 euros, la barrera de la garantía, y por otro, si se quedan por encima y sufren una quita, al menos habrán cumplido sus compromisos financieros con el fisco heleno.
Este movimiento ha provocado una entrada inesperada de dinero en las arcas públicas que, a su vez, ha sido aprovechada para inyectar unos 200 millones de euros a la banca, suficiente para resistir otros dos días de 'corralito'.
Según el mecanismo europeo, antes de que el dinero público rescate a la banca, las propias entidades deben contribuir con un 8% de sus pasivos. Primero se toca a los accionistas y si no es suficiente se sigue con los híbridos (bonos convertibles y subordinados), deuda junior y deuda senior. El siguiente turno es para los depósitos garantizados de más de 100.000 euros cuyos titulares no sean pymes ni particulares. En el caso de que con el dinero de las grandes empresas no llegue al 8%, también se aplicaría quita a particulares y pymes.
Fuerte deterioro en 2015
National Bank, Banco del Pireo, Eurobank y Alpha Bank tienen unos activos conjuntos de unos 358.000 millones de euros. Según los últimos datos disponibles, los correspondientes a marzo, la morosidad supera los 90.000 millones de euros, un 26% más que a final de 2014, mientras las provisiones rondan los 50.000 millones.
Pero en el segundo trimestre y lo que se lleva de julio, el deterioro se ha intensificado. Tampoco sirve para calibrar la situación real, saber que desde que el Gobierno de Syriza accediera al poder se evaporaron el 15% de los depósitos en los tres primeros meses. A 31 de marzo, éstos alcanzan 178.000 millones de euros.
La morosidad, se sospecha, se ha multiplicado con el corralito, ante la falta de liquidez de la población, y los bancos, con la operativa paralizada ha entrado en quiebra al agotarse su liquidez y no poder acceder a los mercados. Esta situación ampliará sustancialmente las pérdidas del sector, que en marzo ascendían a 428 millones que estaba en plenos planes de reestructuración tras suspender los últimos test de estrés europeos, en los que sólo Alpha Bank consiguió superarlos.
La inyección, a falta de que se concreten las medidas, dependerá del camino escogido y, sobretodo, del déficit real de las entidades.
Entre las vías para materializares la reestructuración se encuentra la de crear un 'banco malo', donde se agrupen los activos más tóxicos, como ya se hizo en España. La parte más saneada de las entidades recibiría los fondos para, desde una tamaño mucho menor y con un balance limpio, poder recuperar su actividad y también generar valor.
No es el único camino. Los expertos apuntan a que se podría reconducir la situación a través de fusiones, con la formación de dos grandes grupos.
Sea como sea, Europa ha decidido que los bancos formen parte del fondo de activos griegos que debe alcanzar un valor de 50.000 millones, como garantía del dinero desembolsado en este tercer rescate.