Lo que dice esta periodista es bastante obvio, pero no viene mal recordar que solamente estan garantizados 100.000 euros por titular. Aunque también es cierto que ninguna inversión está garantizada al 100%, ni bonos, ni inmuebles, ni por supuesto acciones, o sea que un deposito hasta esa cantidad en una entidad española es de las cosas más garantizadas que existen y para mayor importe ya dependiendo de entidades la garantia suele estar entre las inversiones más garantizadas.
Eso de que "cuando una entidad es intervenida estra en riesgo lo superior a 100.000 euros" ES RIGUROSAMENTE CIERTO, si tomamos la palabra riesgo en su sentido literal. Dicho de forma llana: me llevaría un sofocón si oyese que la entidad en la que tengo (por ejemplo) un millón de euros ha sido intervenida por el Banco de España.
Los que vivimos el culebrón del Eurobank sabemos al menos dos cosas:
- 1 - Que la palabra "INTERVENCIÓN" no la tiene clara nadie, ni siquiera el Banco de España y Hacienda que la toman a su antojo y va desde mandar unos "observadores" hasta "controlarla totalmente" según decidan. En el caso de Eurobank (aparentemente) no llegaron a llevar la gestión, sin embargo en BANESTO sí totalmente y eso permitió echar a Mario Conde desde dentro, porque las grandes empresa son del que las maneja (del que está instalado en la poltrona) independiente del porcentaje de acciones que tenga (aunque a esto lo llamen "libre empresa").
- 2 - El Fondo de Garantía de Depósitos actúa cuando el capricho a las entendederas del Gobernador del Banco de España lo ordena. Puede ser a las primeras de cambio o cuando quiebra, aunque lo previsible es que actúe en el momento que la Entidad Financiera empieza a no permitir reintegros. Curiosamente y absurdamente la primera noticia que se dió de la caída del Eurobank fue diciendo que el FGD se hacia cargo de los depósitos (hasta 20.000 euros entonces). Posteriormente y después de una actuación del entonces Gobernador Caruana (sin duda un perfecto inútil en todos los ambitos) los depositantes consiguieron cobrar todo gracias a la valía de unos pocos que organizaron una asociación honrada de perjudicados, en contra de practicamente todos los organismos y entes oficiales y las presunta pseudo-asociaciones de consumidores.