Sin ánimo alguno de menospreciar. De entre todos aquellos empleados con nómina, muchos más de los que creeríamos, ni siquiera son capaces de enumerar las deducciones (por impuesto o cotización) que se les practica en su nómina. Por lo que empleados que ni siquiera son conscientes de los impuestos que pagan, ven de forma exitosa el haber podido esquivar, para ellos, la ardua burocracia de la hacienda Pública. Incluso algunos de ellos comparten orgullosos de forma manifiesta tal hazaña. Y puedo dar fe de que no es dependiente del nivel de cualificación, preparación o estudios de los asalariados.
Mientras que los mayores beneficiados de tan común ignorancia en cuanto a recibos de salarios se refiere sean las empresas, los terceros involucrados (véase ciertas gestorías sin moral ni principios) y en última instancia, las arcas públicas, no habrá nunca iniciativa para impulsar tal conocimiento en los trabajadores.