Lacaseton, ese es un planteamiento 100% sofista.
Esa imposición lingüistica implica otra dictadura.A mi me parece muy bien que la Generalidad promocione el catalán, ya que forma parte de su acervo cultural, a partir de ahí, libertad de culto y que cada cual hable como mejor le venga en gana.
A eso en mi tierra lo llamamos democracia.
Mantener la imposición lingüistica, implica seguir haciendo más de los mismo de lo que tanto criticabamos y lo demás pura demagogia.
La obsesión irracional de tal medida solo tiene una finalidad,seguir caldeando la caldera
y el cultivo de votantes potenciales para marcar unas señas de identidad,de las que se desprenden los enormes beneficios de los políticos nacionalistas que viven de lujo insuflando ese totalitarismo.
En Bilbao no creo que exista la más mínima duda razonable de que sean mas nacionalistas que el Papa y sin embargo la cooficialidad lingüistica transcurre dentro de la más absoluta normalidad, dándose la circunstancia de que el castellano es lengua dominante sin que a nadie parezca generarle el más mínimo problema.