Bono se “retira” con una paga de cerca de dos millones de pesetas al mes a cargo de los presupuestos públicos
Bono, percibirá, anualmente, 154.080,48 euros brutos, unos 11.000 euros mensuales y tendrá, además, derecho a otros privilegios como un asistente y escolta de seguridad a cargo del presupuesto de la propia Cámara durante cuatro años. A esto hay que sumar las otras sinecuras de las que disfruta como ex presidente de Castilla-La Mancha.
Conviene recordar, además, que su patrimonio familiar, aflorado hasta la fecha, alcanza como ya determinó el diario Público, una cantidad no menor de séis millones de Euros.
Este próspero empresario, responsable último, por ejemplo, del presunto saqueo de Caja Castilla la Mancha, es uno de los que piden sacrificios en esta hora calamitosa, en estos tiempos en que, diariamente, se ejecutan más de doscientos desahucios, en los que doscientas familias se quedan todos los días sin techo. ¿He de decir qué es lo que la Justicia urge a hacer con él?
Hace no mucho salió a la luz una noticia sin gran repercusión. El Extraconfidencial afirmaba (y aquí, además, aportábamos la documentación) que Bono había defraudado al Ayuntamiento de Toledo 25.000 € en licencias de obras para su Hípica Almenara.
La cantidad no era gran cosa, acostumbrados como ya estamos a saqueos multimillonarios, pero ante el hecho, lo que hay que preguntarse es que si eso hace por 25.000 € ¿qué será lo que es capaz de hacer por 25 millones?.
En cualquier otro lugar civilizado una cosa así habría acabado definitivamente con el futuro político y público del culpable. En España a estos no se les procesa, no se les castiga… ¡Se les recompensa!.
Recuérdese esto cuando el nuevo Gobierno anuncie que otra vez diezmará las nóminas de funcionarios y empleados de empresas públicas, cuando la legislación laboral se diluya, cuando el despido se abarate, cuando se hagan posibles salarios de 400 €, cuando la protección de los convenios colectivos desaparezca, cuando cualquier empleado por cuenta ajena tenga que “negociar” sus condiciones laborales en términos de “esto es lo que hay y si no, que pase el siguiente”… Cuando todo eso ocurra y se anuncie el próximo lunes 19 de diciembre, recuérdese que el empobrecimiento creciente, que la miseria desatada, que las penurias de esta calamidad que no ha hecho más que empezar se está causando, se está imponiendo para rellenar los pozos sin fondo de la corrupción endémica de España, de una corrupción, conocida, consentida y, demasiadas veces, aplaudida.