El Gobierno se plantea ahora un banco malo al estilo alemán
Desconsolidación inmobiliaria. Ése es el nombre que adoptaría el modelo de banco malo alemán que ahora el Gobierno analiza para, en su caso, implantarlo una vez perfilado el nuevo mapa de integraciones en el sector bancario. El FMI pide que el fondo de la UE pueda rescatar a los bancos y no al país entero.
El instrumento es similar al que ya se barajó inmediatamente antes de poner en marcha la reforma financiera de Luis de Guindos y que, finalmente, fue descartado. Sin embargo, esta enésima reforma no es definitiva y ni siquiera capaz de despejar susceptibilidades del mercado acerca del estado de salud de la banca española.
El modelo sería similar al implantado en Alemania, que recibió en su día todos los parabienes de la Comisión Europea, y se reservaría exclusivamente para los activos de suelo en poder de las entidades. Éstas constituirían, cada una de ellas, un vehículo donde agruparían sus solares y, a cambio, una vez liberados sus balances de activos tóxicos, recibirían liquidez. Estos activos son los más problemáticos, ya que, al contrario que los inmuebles, no se encuentra precio al que establecer una venta.
El paso definitivo
Varios bancos de inversión han mantenido ya diversas reuniones con el Banco de España, la última el pasado lunes, para explicar el modelo y su adaptación al caso español. Según fuentes de una de las entidades participantes en estos encuentros, su constitución sería el paso definitivo que no acaba de dar España para sanear su sistema.
El director de regulación del organismo supervisor, José María Roldán, anunció ayer en la City que se están estudiando distintos modelos para acotar los activos tóxicos del sector. Aunque no defendió la fórmula del banco malo, sí dejó claro a un grupo de analistas que hay un debate abierto para poner.
El Gobierno se plantea ahora crear un 'banco malo alemán' para el suelo