Bueno, depende de cómo pretenda vivir la gente que venga de fuera, porque algunos vienen a vivir del cuento, como que en Europa, el viejo continente, el dinero crece de los árboles y va a ser que no. Ni el poder adquisitivo de los de aquí, que han estado trabajando toda su vida, es ya el mismo, ni la calidad de vida es la misma que creen muchos de los que vienen.
¿Jubilados alemanes? Pues depende, muchos siguen pagando sus impuestos allí, me consta, sé por qué lo digo. Llenan los centros de salud, más colas si cabe, no olvidemos que ya son mayores y los achaques también les tocan a ellos, que no vamos a envejecer solo los de aquí, ;-)
Si viene gente joven a trabajar, con ganas de labrarse un futuro y formar una familia española, no me parece mal. La paradoja es que nuestros jóvenes se van fuera. Es un intercambio pero a lo grande... por la cantidad.
Considero que muchos son españoles pero se siguen sintiendo foráneos, quizá tengamos la culpa algunos de los españoles, no te lo voy a negar, pero en otras ocasiones, ellos mismos son los que no se quieren integrar y entre que ellos quieren mantener a toda costa sus costumbres y nosotros parece como que nos avergonzamos de nuestra idiosincrasia -en pocos países sus ciudadanos son tan poco patrióticos como en el nuestro-, pues no tengo mucha idea de a dónde vamos. No quiero seguir escribiendo, ya sabes que desde hace un tiempo paso de dirimir y sé que cuanto más opino, más me van a dar la del pulpo, ;-)
No quiero que el inmigrante venga solito y deje toda su pasta aquí, pero sí que se integre, forme una familia y el devenir de nuestro país, sea sentido por ellos como algo propio y siento diferir con tu opinión: No todos piensan así.
Sin hacer mucho esfuerzo, creo que ya sabes por qué, me pongo en el pellejo de alguien que tiene que salir fuera para buscar una vida mejor que en su país de origen. Me planteo lo que le va a costar integrarse, a veces incluso cambiando de idioma, gastronomía, cultura, usos y costumbres... Lo sé, es duro. Mi experiencia de vida así lo constata, pero se consigue.
Nunca te llegas a sentir de ese país, casi nunca o en pocas circunstancias haces de sus problemas los tuyos, porque tú sin ir más lejos puedes llegar a ser parte de su problema.
En mi caso, solo sentí corazón con corazón cuando me casé con uno de ellos...
Que España cuelga hasta dentro de varias décadas, sin duda. Lo puse por escrito hace tiempo en este mismo foro y se lanzaban a mi cuello. Hablaba de varios lustros y alguno se reía incluso...
No tengo ganas de tener razón, pero que el tema en España está muy fastidiado y que nos va a costar sangre, sudor y lágrimas salir -ya les está costando a muchos-, y ya veremos cómo, es un hecho, nos guste o no reconocerlo.
A los que tenemos una "segunda residencia" en la playa o en un pueblo pequeñito, nos ha costado mucho (a nosotros o a nuestros antecesores) poder llegar a tenerla, en muchos casos la seguimos pagando.
Que vengan a ocupar estas casas, en cuanto a no dejar ciudades y pueblos fantasma, me parece perfecto, pero tendrán que hacerse cargo de gastos, etc. porque si no, nos vamos a ver obligados a regalar lo conseguido durante generaciones y eso tampoco es plato de buen gusto para nadie y quien diga lo contrario o miente o su generosidad no conoce límites, además de no ser justo.
Cuando me fui fuera a trabajar, me resultó muy duro. Tanto anímicamente como por la cantidad de trabajo que tenía que desempeñar y sacar al cabo del día. La jornada laboral de 40 horas era una utopía.
Ahora todo el mundo habla de derechos y pocos de obligaciones y responsabilidades. Me da igual si se llama Aitor, Pepe, Markus o Johanna Brigitte...
Saldremos, pero con muchos sufrimientos y sinsabores. Nos ayudarán algunos extranjeros, pero no seamos ilusos, ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos, ni todos los extranjeros vienen a lo mismo ni son la panacea universal.
Un abrazo