Yo creo que la mentalidad PIGS no permitiría hablar en España con racionalidad, de las 35 horas o el reparto del trabajo, por ejemplo sin caer en los tópicos y perjuicios al uso, como el del andaluz, aunque nadie que no viva por estas tierras se puede poner en la piel, del que tiene que soportar el calor del mediodía, y entonces sale el pensamiento único anglosajón, dificilmente aplicable o interesadamente aplicable por el marketing de artificio.
También estos ejercicios de autocrítica positiva, se ven por muchos como un antipatriotismo mal entendido, pero es evidente como señala Antoine, de que los de fuera y añado tampoco el consumidor y usuario de dentro no se chupan el dedo, porque saben lo que hay.
Dime de que presumes y deberemos de vacunarnos contra los que intentan presumir de algo o el marketing para estúpidos:
Ruiz Mateos: Comprometidos por el empleo.
Un saludo