Tendría sentido en el supuesto de que todo empleo fuera productivo. De esa manera, una modificación del x% en el PIB (u otro indicativo global), se correlaciona muy bien en una modificación del y% del empleo.
En las economías de muy baja productividad del trabajo (subdesarrolladas), eso no es así. En esas economías existe en todo momento lo que se denomina paro latente o encubierto. Las personas están empleadas, pero el valor de la aportación de su trabajo a la producción global es casi nulo.
Empleo y producción no están correlacionadas. Una modificación de la producción global no implica una modificación de magnitud similar del empleo. Este depende más de otros considerandos, estados de ánimo, relaciones sociales-familiares entre empleadores-empleados,...
Los estudios indican que en España hace falta una subida superior al 2% del PIB para que aumente el uso del factor trabajo (aumenten los empleos reales). Esa subida del PIB del 2 % sin aumento del factor trabajo se debería al mero avance de las técnicas y métodos productivos.
Ergo... Un crecimiento por debajo del 2% (o un decrecimiento), implicarían seguramente una disminución del factor empleo, salvo que por consenso social, se decidiera mantener los puestos de trabajo, aunque fuese solo por razón social o humanitaria.
En el gráfico que expones durante los años 2008-2012 el PIB ha decrecido el 3,7%, cuando debiera haber crecido el 10% solo para mantener empleo.
Ese déficit de crecimiento (el 13,7%), junto con el hecho que en España la mayor parte de empleo está en PYMES, y que los vínculos socio-familiares entre empleadores y empleados son mucho más laxos (factor inmigración), explican bastante bien la masacre de trabajadores activos.
Y claro, es la prueba del algodón empírica (por si quedaban dudas), que somos una economía de baja productividad.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!