Pues esto tan largo, como bien dices, que se lo cuenten a los 4.000 pacientes que ya han visto sus operaciones programadas en fecha y canceladas. Y a los miles y miles de pacientes que, sin siquiera avisarles, han acudido a la cita que tenían con su médico y, simplemente, se han encontrado la puerta cerrada. Y a los miles y miles de pacientes que tenían cita para una prueba diagnóstica y tampoco se la han hecho.
Total, que esperen los pacientes unos cuantos mesecitos más para su operación, su consulta o su prueba diagnóstica, les dá igual. Y si un % de ellos se quedan en el camino, pues mala suerte, pensarán. "La pela es la pela" porque, desgraciadamente, estamos llegando a un punto en que la ética, la profesionalidad, la responsabilidad o la dignidad sólo se están reduciendo al poder adquisitivo del que se dice "profesional". Y en el caso de la sanidad, me parece absolutamente tremendo.
Que los sindicatos son los que mueven todo este cotarro, creo que lo sabemos todos. Pero recuerden los médicos que, aunque el Juramento Hipocrático se haya quedado obsoleto, en su reforma llamada Convención de Ginebra, en uno de sus puntos dice que "la salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones". Ya se vé...
Parece que los sindicatos, tan vilipendiados últimamente porque no defienden los intereses de los trabajadores sino el suyo propio, quieran dar ahora buenos "campanazos" con estas huelgas (sanidad, telemadrid, metro de madrid) en las que, tal y como refleja la prensa y resto de medios de comunicación, están transpasando y mucho la línea roja de la propia legalidad con acciones conminatorias hasta violentas. Por defender el derecho de unos pocos no se puede perjudicar tan seriamente el derecho de muchos cientos de miles, tanto más si está atentando contra su salud.
Me encantaría saber, concretamente, en las manifestaciones de los "sanitarios", cuántos de ellos lo son realmente. Las personas que bajo de esas batas blancas se vienen manifestando, estoy segura que muchísimas de ellas nada tienen que ver con esta profesión y sólo hacen que "engordar" el número de manifestantes.
Parece que la ética, la responsabilidad, la dignidad personal y la profesionalidad, estén desapareciendo de nuestra sociedad a pasos agigantados y en todos los estamentos. Y así nos vá.