Si nos sacaran la pasta para vivir mejor: aumento de prestaciones, a mi no me importaría, pero si nos la sacan y encima nos niegan prestaciones, como que es por doble partida. Como dices, si el autobús lo privatizan y el bono baja, como que bien. Pensaría que vayan ineptos de políticos que gestionan el transporte público. Pero si lo privatizan, despiden la mitad de la plantilla (baja la frecuencia), reducen el gasto de personal y te suben el bono, como que muy mal, aunque pensaría lo mismo: vaya ineptos de políticos que gestionan el transporte público. Conclusión: cualquiera de las dos formas de privatización termina y empiezan en los mismos.
El beneficio de la privatización esta directamente relacionado con la ineptitud política en la gestión
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