El Círculo Diabólico
El principal problema al que se enfrenta la economía española en estos momentos es el de la falta de financiación de las Pequeñas y Medianas Empresas. Las PYMES son especialmente importantes para países como España o Italia (donde representan el 67 y el 75% del PIB respectivamente, que es mucho si lo comparamos con países como Estados Unidos donde solo representan el 50%) y son especialmente vulnerables a los vaivenes del sistema bancario: a diferencia de las grandes corporaciones que tienen acceso a capital externo y a financiación directa a través de emisiones de bonos, las PYMES dependen casi íntegramente del crédito bancario. El problema es que, a pesar de que España rescató a los bancos con dinero público con la excusa de que si no se rescataban, el crédito desaparecería y eso ahogaría a las empresas (especialmente a las PYMES) cosa que agravaría la recesión, resulta que los bancos han sido rescatados pero el crédito a las PYMES no ha aparecido (es lo que llamé "bancos zombies" o "zombificación bancaria" en un post anterior). O ha aparecido en cuentagotas y a unos tipos de interés prohibitivos a pesar de que los tipos del Banco Central Europeo son los más bajos de la historia. ¿Cómo puede ser? Los libros de texto de macroeconomía dicen que cuando el Banco Central reduce sus tipos de interés, automáticamente los bancos trasladan esos tipos inferiores a las empresas y eso hace reactivar la economía. ¿Por qué no pasa eso en España? ¿Por qué los bajos tipos de interés que cobra el BCE no se trasladan a las empresas? La respuesta es lo que podríamos denominar el “Círculo Diabólico del Crédito”. Me explico. El estado español está enormemente endeudado. Y no sólo eso sino que, además, tiene un déficit extravagante que no hace más que aumentar el stock de deuda que tiene para con los acreedores. Las proyecciones de algunos economistas son que la deuda pública no tardará en alcanzar la peligrosa cifra del 150%. Esa deuda tan elevada tiene repercusión sobre los bancos: las financieras que podrían prestar a los bancos españoles saben que, en caso de que el banco tenga problemas por culpa de, por ejemplo, de un exceso de morosidad, no van a poder ser rescatados por el gobierno. Por lo tanto, a los bancos españoles que piden prestado se les impone una prima de riesgo. Lógicamente, esa prima de riesgo es trasladada a las PYMEs por lo que los tipos de interés a los que puede acceder el crédito una PYME hoy día está entre 7 y 9 puntos porcentuales por encima del euríbor. Es decir, totalmente prohibitivos para la inmensa mayoría de empresas españolas. La consecuencia es que cada vez más son las empresas españolas que deben cerrar, cosa que aumenta la tasa de morosidad para los bancos españoles (y eso, a su vez, hace incrementar la prima de riesgo que los bancos cobran a las PYMEs) y agrava la crisis económica. La menor actividad empresarial reduce la recaudación fiscal del estado cosa que empeora el déficit y la deuda pública. Y el círculo diabóliico vuelve a empezar: la mayor deuda pública reduce la confianza en la capacidad de rescatar bancos, cosa que sube la prima de riesgo para los bancos, cosa que aumenta los tipos para las empresas, cosa que agrava la crisis, cosa que... Ese círculo diabólico es, en estos momentos, lo que más perjudica a la economía española. ¿Cómo se rompe este círculo? Pues el Banco Central Europeo intentó romperlo con el programa LTRO (Long Term Refinancing Operation) que consistía en que el BCE prestaba dinero a los bancos a un tipo de interés muy bajo (un 1%) para que éstos lo prestaran a las empresas. Los bancos acogieron de muy buen grado estas facilidades crediticias y cogieron el dinero… pero no para prestarlo a las empresas productivas sino para prestarlo a los gobiernos. ¿Por qué? Pues por culpa de la regulación. Resulta que la nueva regulación bancaria obligaba a los bancos a aumentar su ratio de capital en relación a los activos. El problema es que, según la regulación, no todos los activos contaban igual sino que contaban proporcionalmente a su “riesgo”. Y según los reguladores, los préstamos a los gobiernos implicaban “cero” riesgo (la gente que prestó a Grecia pronto supo que eso no era verdad) y el crédito a las PYMES se catalogaba a un riesgo elevado. Resultado: los bancos acudieron masivamente al BCE para pedir prestado al 1% e inmediatamente prestaban el dinero al gobierno al 5, 6 o 7% quedándose la diferencia y mejorando de esa manera sus ratios de capital (Tier 1). Pero de financiar a las PYMES nada de nada y, por lo tanto, la economía no ha salido todavía de la crisis. Para incentivar el crédito a las PYMEs se está estudiando implementar en la eurozona un programa que parece que ha funcionado en Gran Bretaña. Se llama “Funding for Lending” y básicamente consiste en que el Banc of England (el Banco Central de la Gran Bretaña) concede 5 libras de crédito barato por cada libra que el banco concede a una PYME. Es decir, limita el acceso a financiación barata y lo condiciona a que los bancos concedan créditos a las PYMES. Dicen los analistas que eso está funcionando en Gran Bretaña y que gracias a este programa parece que está saliendo de la crisis. No sé si el Funding for Lending es el responsable real de la mejora económica del Reino Unido. Lo que está claro es que en España se debe abandonar ya de una vez el debate sobre la austeridad y reintroducir el debate sobre el crecimiento con herramientas distintas a las del gasto público. Y el principal elemento del debate debe ser el crédito a las empresas. Sin éste, España no saldrá de la crisis y se seguirá hundiendo en su propico “círculo diabólico”. http://salaimartin.com/randomthoughts/item/617-el-círculo-diabólico.html