Polémica por los ascensos de la sobrina de Guindos y la hija de Cañete
La recién creada Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está provocándole al Gobierno más quebraderos de cabeza de los previstos. Primero fue el malestar suscitado en el Ministerio de Economía por la designación de la funcionaria María Fernández Pérez como vicepresidenta por imposición de La Moncloa. Y más concretamente del director de su Oficina Económica, Álvaro Nadal, que fue su padrino.
Ese tira y afloja entre Luis de Guindos y Álvaro Nadal se llevó con discreción, pero esta vez no. La noticia del nombramiento de una sobrina del ministro de Economía, Beatriz de Guindos como directora de Competencia del llamado súper regulador ha provocado polémica y acusaciones de enchufismo por parte de la oposición.
Tampoco ha ayudado el hecho de que el anterior cargo de la sobrina de Guindos, el de subdirectora de Industria y Energía, haya recaído en manos de una hija de Miguel Arias Cañete, Micaela. Que trabajará a las órdenes de la anterior.
A pesar del currículum de la sobrina del ministro de Economía, técnico comercial y economista del Estado y con un amplio historial en la antigua Comisión Nacional de la Competencia, hay quien vincula su nombramiento a su tío. Éste intentó salir al paso de las críticas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, pero no eligió el mejor argumento.
No en vano, Guindos afirmó que el Gobierno no interviene "para nada" en el nombramiento de los cargos directivos de la CNMC, a pesar de que es vox populi en círculos políticos que al presidente de dicho órgano, José María Marín Quemada, lo escogió él por ser un hombre de su confianza. Aunque a cambio tuviera que tragarse el sapo de que la vicepresidenta fuera una persona impuesta por La Moncloa.