La dimisión de una persona de su cargo depende de única y exclusivamente de sí misma.
Hay personas que tienen más conciencia y honestidad que otras y reconocen los errores cuando los cometen y son consecuentes y dejan el puesto que desempeñan.
En Alemania son muy estrictos con los escándalos (sea de la índole que sean), y si afecta a cualquier político por normal general suelen dimitir.
En cambio, en España los políticos están acostumbrados a que se les relaciones con escándalos de corrupción, tráfico de influencias... y no se les pasa por la cabeza dimitir.
Depende de la mentalidad del país y de la sociedad, aquí somos mas viva la vida y allí son más serios y estrictos con estos temas.