Con las subidas de impuestos no basta; el otro sistema de Hacienda para recaudar más.
Al Gobierno que ha creado, elevado o prorrogado la subida de impuestos hasta en 33 ocasiones no le basta esta vía para cuadrar las descontroladas cuentas públicas. En paralelo ha abierto una vía adicional para recaudar, algo que mucha gente sospechaba hace tiempo dada la diligencia con la que se tramitan multas, sanciones y recargos. Se trata de forzar la máquina de la recaudación por esta vía.
Hacienda ingresó hasta noviembre de 2013, según los últimos datos de ejecución presupuestaria disponible, 1.205 millones de euros en el epígrafe recargos, intereses, sanciones y multas, un 20% más que cuando comenzó la legislatura.
Sólo las multas que impone la Agencia Tributaria a sus contribuyentes, ya sea por la falta de pago de deudas tributarias o por penalizaciones impuestas por acciones u omisiones voluntarias y antijurídicas tipificadas en la legislación vigente, ascienden a 995 millones de euros, un 14% más que cuando se inició la legislatura. Los recargos, intereses sanciones y multas no tributarias son, no obstante, los que más crecen: después de hacerlo únicamente un 1% en 2012, se dispararon un 53% el año pasado y ya ayudan a recaudar 209 millones de euros hasta noviembre, según los datos que ha desvelado Expansión.
Según los expertos consultados por ese diario, estos datos pueden evidenciar dos cosas: en primer lugar, que los españoles tienen cada vez más problemas para cumplir con el Fisco y con la Administración. También que, como las fórmulas habituales para incrementar la recaudación son insuficientes, la Inspección de Hacienda está extremando el celo recaudatorio con los pequeños contribuyentes con el fin de alcanzar los estrictos objetivos de déficit que exige la UE. El Gobierno está al acecho especialmente de aquellos ciudadanos que tienen deudas con Hacienda desde hace años.
Si analizamos como ha ido la recaudación el pasado año, entenderemos mejor lo que está pasando. Pese al brutal incremento de la presión fiscal y de esa agresiva gestión para imponer multas y recargos, los ingresos tributarios siguen flojeando y amenazan con desbaratar el cumplimiento del objetivo de déficit, que tanto exige Bruselas.
En los once primeros meses del año 2013, últimos oficiales, la recaudación total acumulada fue de 154.000 millones de euros, con un crecimiento interanual de sólo el 0,9%, que están muy lejos de los 175.000 millones de euros y el 2,7% de incremento incluido en el objetivo de ingresos fiscales previsto en el escenario presupuestario para el año recién finalizado.