Hola, Tuxka
Desde luego tu invitación a una reflexión sobre este tema no debería caer en saco roto, ya que parece que choca con las opiniones del profesorado de 1º de Derecho que trata de separar por todos los medios las cuestiones morales de las jurídicas o legales. Pero aquí es evidente que ambas están muy cercanas, porque las consecuencias derivadas de una ley (la nefasta Ley Hipotecaria del siglo XIX) parece que puede acabar en una tragedia humana irreversible.
Ahora bien, yo creo que conviene hilar muy fino cuando se plantean temas tan peliagudos como el que nos traes a los habituales de un blog como este, la mayoría empeñados en “cuestiones menores” (léase pseudonacionalistas). Porque nos invitas a reflexionar sobre un tema muy serio pero que bastante personal que pululamos por aquí parece que los tenemos superados, o por lo menos bastante claros.
Repito: la Ley Hipotecaria del XIX que obliga a pagar lo que queda de deuda firmada con sus intereses, “per in seculam secolurom”, a pesar de la entrega de la casa huele a estafa, y ya va siendo hora de abolirla, aunque se cabreen los bancos.
Sin embargo, yo no pondría la mano en el fuego (aunque lo asegure esa plataforma) diciendo que este hombre se suicidó SOLO por lo del piso, aunque reconozco que en su estado la pérdida de su casa podría ser el origen y la causa y una consecuencia de… Pero creo que habría que oír con atención, y sin prejuicios, el informe de la otra parte: la Unidad de Psiquiatría. De lo contrario, se lo estamos poniendo a huevo a los que tratan de aprovechar cualquier resquicio para pedir la privatización de la Medicina Hospitalaria, la cual, yo por lo menos, no la quiero ni en pintura. Y sé de lo que hablo.
Y, por último: eso de que “las casas vacías no dan dinero” se presta múltiples interpretaciones. Por ejemplo, los coches y las bicicletas sin vender tampoco dan dinero ¿Y por qué no se habla de dárselas a los que no tienen? Yo comprendo que el asunto de la vivienda, frivolidades aparte, está incluso recogido por la Constitución, pero nos estamos acostumbrando a que los particulares sean los que resuelvan las deficiencias públicas, gratis total (Cáritas y el resto de voluntariado y de ONGs), por lo que estamos liberando a los administradores del Estado de sus obligaciones primarias para las que los hemos puesto ahí y por las que les pagamos y muy bien, sin que nos den explicaciones de ningún tipo.
Así que si el pueblo necesita viviendas (que las necesita) en propiedad o en alquiler y la Constitución recoge que el Estado debe ocuparse de ello que se ocupe. ¿Que no hay un duro para nada? Entonces, por qué de pronto han surgido 2.400 Mill. de euros, Dios sabe de dónde, para librar a esos amiguetes de la quiebra de las autopistas radiales de Madrid. Pues lo mismo: que construyan casas baratas para todo aquel que las necesite. Aunque tenga que salir el dinero de debajo de las piedras. Como en su día pasaba.
Un abrazo