"Dos millones de parados no volverán a tener empleo"
De los actuales cinco millones de parados, unos dos millones de personas "no van a tener más un puesto de trabajo", según cálculos del catedrático emérito de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares Juan Ramón Cuadrado, recientemente premiado con la Gran Cruz en mérito al servicio de la Economía del Consejo General de los Colegios de Economistas de España.
Reconocido por su trayectoria académica centrada en la investigación, Cuadrado es crítico con algunas reformas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy buscando el ahorro, porque a su juicio pueden acabar en una descapitalización del país que dé lugar a una mayor incertidumbre económica de cara al futuro.
En una entrevista con Efe, el profesor emérito de la Universidad de Alcalá de Henares se muestra optimista sobre la continuidad de la recuperación de la actividad percibida en los últimos meses, aunque sin ir mucho más lejos.
"La economía va a crecer y se va a crear algo de empleo, pero hay cinco millones de personas en paro y, según mis cálculos, habrá unos dos millones de personas que no van a tener más un puesto de trabajo", sentencia.
Para echar por tierra esa previsión, según Cuadrado, España debería cambiar su modelo económico, aumentando la competitividad por la vía de la innovación y la mejora de la calidad de sus productos, y no solo de reducir las plantillas o devaluar los salarios, como ha ocurrido hasta ahora.
Porque, en su opinión, "en realidad" la situación no ha cambiado "tanto". "De hecho, no hemos cambiado nada, y sin embargo, el sector de la construcción empieza incluso a recuperarse, por lo que corremos el riesgo de que después de todo lo que hemos pasado en estos seis años no hayamos aprendido demasiado, o lo suficiente".
Cuadrado advierte de que los "recortes" en sectores estratégicos como la educación o la sanidad están siendo visibles en el entorno inmediato, que, en su caso, remite a la Facultad de Ciencias Económicas de la UAH.
"En los últimos seis años, se ha ido el 25 % del profesorado: unos por jubilación, cuyos puestos no se han cubierto, y otros porque sus contratos han sido cancelados debido a las restricciones económicas", afirma.
La descapitalización, añade, se completa con el hecho de que "nadie joven está entrando en las plantillas de la universidad".
Una circunstancia que, por su experiencia como impulsor de equipos de investigación y promotor de la carrera académica de numerosos alumnos -que hoy son catedráticos y profesores titulares en diferentes universidades españolas-, Cuadrado asegura encajar mal.
A su juicio, hoy la universidad carece de incentivos para retener a los mejores alumnos, ya que las becas para personal investigador son limitadas y solo un 10 % de las plazas de profesores que se jubilan se reponen, lo que se traduce en que los estudiantes perciban una falta de porvenir en términos de estabilidad laboral y aspiraciones económicas.
Como experto en economía y política regional europea, el catedrático emérito defiende la distribución de competencias del estado autonómico, aunque urge a su reforma siguiendo los pasos iniciados por países como Italia, que ha optado por fusionar los ayuntamientos hasta reducir su número a la mitad.
"En España, se han adoptado medidas para disminuir el gasto público, pero esta reforma no se ha abordado por su fuerte componente político: se trata de pequeñas parcelas de poder, y más aún en el caso de las diputaciones, que son un instrumento muy importante en las provincias de cara a las elecciones por los numerosos resortes de los que disponen para influir", agrega.
En ese sentido, el también nombrado recientemente miembro correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas critica el impacto desigual que algunas reformas del Gobierno están teniendo en las diferentes capas sociales.
"Gran parte de las medidas de austeridad adoptadas son muy criticables porque han dañado a la gente más pobre, han colocado en la peor de las situaciones a gente que tenía hipotecas, y ahora no las puede pagar y, simultáneamente, vemos a gente que ha defraudado, que se ha llevado millones y no les ha pasado absolutamente nada", defiende.
Como resultado, según Cuadrado, asistimos a un "país cabreado", que exige una "regeneración" de sus dirigentes, como demuestran las encuestas publicadas por el Centro de Investigaciones Sociólogicas (CIS), recuerda el catedrático.
"Los políticos aparecen en último lugar de valoración, lo que quiere decir que hay un estado de ánimo generalizado: la gente no cree en los políticos, no cree en lo que les dicen, no creen en su honestidad", subraya Cuadrado.