Refutamos cinco falacias de uso común empleadas de manera recurrente por los defensores del gobierno griego. ¿Hay que hacer una quita en la deuda? ¿Es necesaria una reestructuración? ¿Paga Grecia unos intereses inasumibles? ¿Ha sido demasiado duro el Banco Central Europeo con las entidades financieras helenas?
Falacia nº 1- La estrategia del BCE
Apuntan los defensores de Alexis Tsipras que la estrategia seguida por el Banco Central Europeo en los últimos días ha supuesto un castigo innecesario para las entidades financieras del país mediterráneo. En realidad, como ha reconocido el organismo que preside Mario Draghi, si de algo ha pecado el BCE es de ser demasiado generoso.
Y es que, a pesar del intenso deterioro macroeconómico que ha sufrido Grecia en el último semestre, el Banco Central Europeo ha movilizado la friolera de 89.000 millones de euros a través de la línea urgente de liquidez (ELA, por sus siglas en inglés) que ha concedido a los bancos helenos. De hecho, Draghi ha admitido que este programa podría haberse aumentado, pero el impago de Grecia al FMI y la salida del programa de "rescate" han cerrado esa posibilidad. Desde el punto de vista técnico, conviene recordar que el colateral que entregan los bancos helenos para acceder a la liquidez del ELA son bonos de deuda pública emitidos por Atenas. Por tanto, el BCE no puede seguir aceptando estos títulos, ya que Grecia ha entrado en un escenario de quiebra soberana del que solamente puede salir con otro programa de financiación.
Falacia nº 2- La actitud de la troika
Los partidarios del Ejecutivo heleno afirman de forma recurrente que la postura de la troika ante los delegados de Tsipras ha estado marcada por la rigidez y la cerrazón. En realidad, si algo demuestran los últimos seis meses es todo lo contrario.
En primer lugar, conviene recordar que, aunque un cambio de gobierno no cancela las obligaciones legales asumidas por sus antecesores, la troika accedió a entablar un nuevo proceso de negociación con Grecia, atendiendo a las peticiones de Syriza.
En segundo lugar, no podemos olvidar que los acreedores han sido insultados de manera reiterada por los delegados helenos. El ex ministro de Finanzas de la Administración Tsipras, Yanis Varufakis, ha llamado "terroristas" y "criminales" a sus interlocutores.
En tercer lugar, hay que recordar que Grecia se levantó de la mesa de negociaciones el pasado 26 de junio. Con anterioridad, no faltaron las ocasiones en las que la delegación de representantes helenos llegó tarde a las reuniones, envió documentación fuera de plazo o pretendió revertir avances ya cerrados.
Falacia nº 3- El 'perdón' de la deuda
Los defensores del gobierno de Syriza argumentan que es necesario perdonar parte de la deuda helena. Lo que olvidan o ignoran es que Grecia ya se benefició hace tres años de una importante "quita" en su deuda pública que alcanzó los 100.000 millones de euros y afectó al 96% de sus acreedores privados.
Falacia nº 4- La famosa 'reestructuración'
No faltan quienes piden una "reestructuración" de la deuda griega, ignorando que los dos programas de "rescate" pactados con los socios europeos no solamente evitaron la quiebra del país, sino que también reestructuraron profundamente la deuda griega.
El resultado ha sido un pasivo mucho más manejable: su coste de financiación es el cuarto más bajo de Europa y el plazo medio de devolución es el más largo de toda la Eurozona.
Falacia nº 5- La factura de los intereses
Los defensores de Syriza denuncian que Grecia sufre una espiral de endeudamiento que hace que el pago de intereses se "coma" las ayudas ligadas al programa de "rescate". Sin embargo, como ha explicado el Fondo de Rescate Europeo en su informe anual, el pago de intereses soportado por el Estado heleno se ha reducido sustancialmente gracias al programa de "rescate". Por tanto, la deuda griega habría crecido en 49 puntos del PIB si el Tesoro heleno hubiese financiado el pasivo estatal a precios de mercado.