"La tragedia" de los independentistas
“La tragedia” de los independentistas españoles, es que la estulticia sobrepasa sus sueños. Las independencias han costado a través de la historia universal, sangre, sudor y lágrimas; no hace falta ir muy lejos en el tiempo para comprobarlo, la antigua Yugoeslavia es un ejemplo.
Afortunadamente en el siglo XXI, al estar tan perfectamente configurados los territorios, sobre todo en Europa, la independencia hoy no es un derecho, es un capricho. No me digan, que, si ganar en el país que se siente oprimido un independentista, quince veces más que el salario de millones de ciudadanos no es un capricho. Es un capricho que se paga con la cárcel.
Hay que ser más estulto que independentista, aquel o aquella que crea, que, con sueldos millonarios abonados por el país del que se quiere separar, puede conseguir la soberanía “de sus aldeas”, sin más esfuerzo que el que les confiere sus sueños.
Señoras y señores independentistas: si de verdad se sienten presos del país que les acoge con todos los derechos que emana de sus leyes, y quieren la independencia, renuncien a sus prebendas, cojan el fusil, la manta, el paquete de tabaco y la lata de sardinas, y échense al monte a luchar por la libertad que ansían.