Reportaje: Mi casa ya no es mía.
"(...) las ejecuciones hipotecarias, que en 2008 sumaron 58.000, y en 2009, 114.000, superarán este año las 180.000. Eso significa que en estos tres últimos años 350.000 propietarios, familias en su gran mayoría, han perdido o van a perder sus casas y que cada día que pasa medio millar más se queda sin vivienda. Súmense a estos insolventes los casos de familiares y amigos que avalaron los créditos, y que ahora corren el riesgo de que les embarguen sus propias casas, y se entenderá por qué parte de la sociedad española siente que el suelo tiembla bajo sus pies, teme precipitarse al vacío de la miseria y la exclusión."
"El 84% de las viviendas españolas se encuentra en régimen de propiedad, frente al 61% de la media europea. Es un hecho demostrado que lo último que la gente deja de pagar es la cuota del piso y también que la economía sumergida se está nutriendo de insolventes hipotecados que trabajan en negro para evitar que les intervengan las nóminas en un procedimiento de ese tipo."
""Lo ultimo que querría tener la banca son inmuebles", indica Encarna Pérez, de la Asociación Española de Banca (AEB). "Le llaman el mal de piedra porque no es su negocio y les obliga a dedicarle muchos recursos y a recortar los resultados. Por cada piso que se queda, la banca tiene que hacer una provisión de fondos por el 10% del valor de tasación, que se convierte en el 20% al año siguiente, además de pagar las cuotas de la comunidad de vecinos, arreglar los desperfectos..."
Ahorcados por la hipoteca