Harto de escuchar las mismas sandeces sin que nadie se rebote
Estos días convulsos corre por las ondas de radio y de televisión el consejo neoliberal de "privatizar todo lo que se pueda" para salir del atolladero. Y, claro, normalmente es una receta de los tiburones neoliberales que ven en estas aguas revueltas un potencial botín considerable.
Lo malo es que NADIE sale diciendo que esa medida sólo sirve para empobrecer al Estado y llenar los bolsillos de los caraduras.
Porque, si echamos un vistazo atrás, ¿de qué ha servido privatizar empresas públicas, algunas de ellas auténticas joyas de la corona como Telefónica, Argentaria y otros bancos, Repsol, Endesa, Tabacalera, Iberia, Enagás, Aceralia, Inespal, Blinter, etc? El Estado ha adelgazado, como dice Marianico, para que los peces gordos llenen sus buches.
Se vendió casi todo y no somos ahora más ricos por ello. Aún queda Renfe, Correos, las TV, los aeropuertos... Los lobos siguen demandando sangre y mientras, nadie, nadie sale a darles una patada en las mandíbulas.
S2