En el ámbito profesional, el término "compra emocional" es bien conocido. Los comercios hacen todo lo posible para que sus clientes compren más y más, movidos por la emoción y la euforia. ¿No has entrado nunca en una tienda para ver los precios de algo y luego has salido con una compra imprevista? Y luego se quedó en la estantería de casa porque ya no era necesario. ¡¿Qué te hizo comprarlo?! Tal vez una increíble promoción "hoy sólo 50% de descuento" o una "discreta charla" de un vendedor muy amable sobre un nuevo producto con increíbles características, que se vende como rosquillas... Y hubiera estado bien que hicieras la compra desde tu cartera, sin vaciarla.