Buenas tardes:
Yo no voy a la huelga pero estoy de acuerdo con los motivos de la misma, que no con los sindicatos.
Personalmente pienso que habría que eliminar la figura del sindicato mas representativo, y sus prebendas legales. Que los sindicatos, con todos los respaldos del estado de derecho, se gane su puesto en la sociedad combatiendo realmente por los trabajadores, y no creando una legión de vividores y lapas que se aprovechan del resto, o mejor dicho, de los trabajadores de verdad. Este sistema de pseudofuncionariado sindical no me gusta nada.
Lo que estoy haciendo es agrupar trabajo burocrático para el día 29, y ese día no llamar, ni atender, ni pasar ni leer ningún email, pedido, etc, salvo lo que, por imperativo de la dirección de la empresa en ese sentido, tenga que hacer. Sólo hacer trabajo burocrático. De puertas para afuera no existiré, ni generaré actividad económica alguna dentro de mi puesto de trabajo.
Yo no tengo la culpa de esta situación, pero la empresa para la que trabajo, aunque se beneficia de la reforma laboral, tampoco tiene culpa de la situación. En una pyme, haciendo este tipo de huelgas, pierdes en un día todo lo que te ha costado ganar años, en lo que a la abstracta expresión que dice "el como eres mirado por la empresa" respecta.
Y ahora, volviendo a los que han hecho que se convoque esta huelga, mi verdadero día de huelga será el día de las elecciones, pero, no os equivoqueís, iré a votar, pero se acabó votar a los dos grandes partidos que sustentan esta pseudodemocracia de chiste del último cuarto del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Votaré a aquel partido que, o no vaya a obtener representación parlamentaria, o a lo sumo si la obtiene, haga un papel exclusivo de mosca cojonera antisistema, porque esta democracia que tenemos en España me empieza a oler a rancio, pasado y todos los adjetivos de caducidad que queramos aplicarle.
Ah, y nuestro presidente de gobierno, ay mi Jose Luís, el mas socialista entre los socialistas, el mas leal de los leales, como nos has traicionado. Esta traición es de la que rompe, para mi, y para mucha gente, totalmente la fe en el sistema. Si llega a tener dignidad, debería de haber dimitido y, quizás dentro de unos decenios, como Don Adolfo, hubiera gozado de un prestigio que ahora ha perdido para siempre.
Sr. Presidente, por favor, no se presente de nuevo a las elecciones.
Un saludo.