No con mi voto...
Parece estar diciendo el colectivo Democracia Real Ya que se extiende como el aceite por toda la geografía nacional. Es una incógnita en qué va a qedar todo esto. Los que hemos vivido la transición ya hemos visto muchas cosas como para pensar que probablemente será agua de borrajas, en cuanto surja algún líder, algún partido intente beneficiarse o simplemente cunda el desánimo.
Porque aquí no vivimos (todavía) la desesperación a la que responden movimientos similares en el mundo árabe. Pero vivimos otro tipo de desesperaciones, como
- ver que los gobiernos salen al rescate de los bancos antes que al de los ciudadanos (¿por qué no equiparan los sueldos de sus señorías y motl honorables a la situación real? O, mejor, ¿por qué no prueban a vivir unos meses con los 400 euros del INEM?).
- ver que hay millones de trabajadores excluidos del mercado laboral y con escasas perspectivas de entrar.
- ver que a los jóvenes no les basta con tener una o dos carreras, ni veinte, porque lo más seguro es que las empresas los contratarán por una miseria al mes. Crece el número de mileuristas (mi sobrina es licenciada universitaria, con tropecientos masters y cobra 832 euros al mes).
- ver que hay gente forrándose de lo lindo, mientras la mayoría vivimos con el alma en vilo por llegar a fin de mes. (Lo último de Telefónica: 1.900 directivos se van a repartir un pastón en tanto que están considerando despedir a miles de trabajadores).
- ver que ni los partidos de derecha ni los de izquierda han solucionado ni van a solucionar esos desequilibrios, ya que actúan y legislan a favor del capital (rescate de bancos, recortes de salarios y de servicios, privatización de los servicios públicos y empresas públicas rentables como el Canal de Isabel II). Es decir, los tiburones se reparten la carnaza.
Por todo esto, el movimiento Democracia Real Ya tiene sobrados motivos para proclamar
- por los trabajadores en paro, NO CON MI VOTO.
- por los rescates financieros, NO CON MI VOTO.
- por los mileuristas, NO CON MI VOTO.
- por los jóvenes sin perspectiva de futuro, NO CON MI VOTO.
- por las desigualdades sociales crecientes, NO CON MI VOTO (que voten los empresarios)
- por las políticas neoliberales de recortes y precariedad, ya provengan de la derecha o de la izquierda, NO CON MI VOTO.
A mí me parece una iniciativa interesante, un grito de sensatez entre tanto desmán como estamos viviendo en los últimos tiempos.
¡NOS VEMOS EN LA CALLE, NO EN LAS URNAS! (Antes y después del 22M)
Saludos