Esa subida detectada en las rentas iniciales, al establecer una restricción en la dinámica posterior del contrato (limitación de aumentos, extensión de duración...), es un fenómeno que ya se vió en los años 60.
En aquel tiempo, la legislación estableció la prorroga forzosa de los alquileres, así como una limitación muy restrictiva a los aumentos de renta. "Oficialmente", la inflación no existía en España....
En consecuencia, era fácil observar contratos de alquiler cuyas rentas iniciales pactadas, en relación a los salarios habituales de la época, era muy muy elevadas.
Aun así, incluso con esas rentas iniciales muy elevadas, tras años de "pertinaz crisis e inflación", en los años 80-90, esas rentas forzosas y topadas, se habían convertido en cantidades ínfimas, y hubo que establecer mecanismos fiscales en el IRPF de compensación, así como destopar las actualizaciones de esa renta antigua congelada en la nueva LAU de los 90.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!