Yo creo baladí debatir -y así he dejado de hacerlo con familia y amigos cercanos- acerca de los números de infectados y muertos, así como especular sobre la evolución de todo esto, porque después de un mes he llegado a la conclusión de que, al igual que en la bolsa, sabemos lo que quieren que sepamos.
No hablo de conspiraciones, sino que el relato y la narrativa están, en la medida en que es posible, controlados por gobiernos y medios afines -que son todos, qué pleonasmo-, en practicamente todos los países del mundo. Dígase que por prudencia, por salud pública o, sin tapujos, por censura en temas tan delicados como estos, la información es muy sesgada y no sirve más que para infundadas elucubraciones.
¿Alguien se cree las cifras de China? ¿Qué ha pasado, por ejemplo, en Pekín y resto de megalópolis? ¿La economía y la bolsa china? ¿Ya recuperada? ¿Rusia? ¿Nada sabemos? ¿UK? ¿Veremos imágenes de muertos tirados en las aceras de Whitehall? ¿Y en Nueva York? ¿Nos enseñará Trump fotos de muertos en Time Square? En ese caso, ¿para infundir deliberadamente pánico? ¿Se sacará alguien de la chistera una vacuna o remedio? ¿Seguirán subiendo la bolsa? ¿La dejarán caer?
Esto más que ciencia es propaganda y relaciones de poder. Continuación de la política, en suma, por otros medios, que decía aquel.
En fin, que lo hacen con la FED y los BC, que son las instituciones con más poder real e influencia en el mundo, ¿no lo van a hacer con el relato en los medios?