Con una selección de empresas entre cientos, con foso defensivo, ventajas competitivas, un tamaño medio o pequeño que les permite flexibilidad, poca deuda, caja, un equipo gerencial con mucho dinero invertido y una trayectoria solvente, duermo mejor que invirtiendo por ejemplo en el banco de Ana Patricia que te hace ampliaciones dilutivas con nocturnidad y alevosía por ejemplo y ni siquiera ella entiende sus balances.
Que se puede caer en trampas de valor y hundir todas, es posible, como también es posible una invasión alienigena, pero apuesto a que es más probable que generen la rentabilidad a doble digito que pretenden lograr nuestros gestores, como promedio en cinco años.
Ya dijo Paramés en una conferencia, que los días de más riesgo son los que transcurría entre cuando le ingresaban un bonus en Bankia y podía invertirlo en activos reales como acciones de BMW.
Largo plazo, buenos gestores e interes compuesto para lo que no necesites en ese tiempo.