Buenas tardes. Ahora que he terminado con ciertas tareas bastante absorbentes, he encontrado tiempo para dedicarlo a una cuestión a la que he aludido en varias ocasiones que tenía que tratar de explicar para evitar malas interpretaciones y falsas expectativas. Se trata del planteamiento con el que abordo mi “cartera móvil” que, como seguramente sabéis, es una cartera de seguimiento de tendencias. O, dicho de otra forma, el marco y objetivos con el que me planteo el “market timing”.
Como se ha indicado aquí reiteradamente por varios compañeros, es de primera importancia saber qué función desempeña cada componente de la cartera y, en consecuencia, qué cabe esperar de cada uno. Si lo que uno pretende con el
market timing sobre un índice es competir en rentabilidad con dicho índice, me temo que lleva muchos boletos (casi todos) para resultar defraudado. No es el caso de mi cartera móvil. El marco general para la misma es el que expuse en
mi post de febrero, al que me perdonaréis que os remita para evitar repeticiones. Como se deduce del mismo, su carácter es primordialmente defensivo. Su
benchmark no es una cartera
buy & hold 100% renta variable. Es mi alternativa a un mixto (que es lo que viene a ser mi “cartera estable”) y es en esos términos en los que he de hacer la comparación, tanto en rentabilidad como en la magnitud de las caídas. Podríamos llamarlo un
mixto diacrónico, es decir, que en vez de estar todo el tiempo simultáneamente parte en renta variable y parte fuera, está sucesivamente parte del tiempo todo en renta variable y parte del tiempo todo fuera.
Está claro que el market timing va a producir decisiones erróneas en muchas ocasiones, llevándome a salir de un mercado cuando luego siga subiendo y después volver a entrar a un precio más alto, con la consiguiente pérdida de rentabilidad (*). Es la “prima del seguro” que hay que pagar a cambio de las veces en que acierte y me libre de una caída catastrófica. De modo similar a la “prima del seguro” que paga un fondo mixto arrastrando el lastre de la renta fija cuando la renta variable está subiendo. Lamentablemente no hay ponche gratis en esto de la inversión. Si uno tiene aversión a las pérdidas (como es mi caso), tiene que renunciar a rentabilidad.
(*) Nótese que estos son los únicos errores a considerar a efectos comparativos. El tiempo durante el que uno esté en el mercado, para bien o para mal, no hace diferencia con el buy & hold; es el tiempo durante el que uno está fuera el que marca la diferencia.