Si inviertes en el mundo a través de un indexado de bajo coste aprovechas las bajas comisiones, el momentum y la diversificación.
Ya no está de moda pero leí hace años a dos inversores retail serios, algo que tarde en entender. Ellos hacían aportaciones periódicas a fondos deep value y extraordinarias en momentos de caida. Ponían la mayor volatilidad a su favor y si comprendes el buen value aceptas que siempre (o nunca) compras barato con margen de seguridad. Y llega un día que los catalizadores hacen que la rentabilidad explote. Pero la gestión activa y el deep value requiere mucha convicción.