En principio sí pues la propia empresa reinvertirá todos sus beneficios. En teoría esto es bueno para las empresas que están creciendo rápidamente, en la práctica es el CEO de la compañía quién decide y hay muchos ejemplos de mala praxis. Al final la cuestión sigue siendo si el dinero sobrante se invierte bien o no, sea el equipo directivo de una empresa, un gestor de fondos o el propio inversor.