Hay dos cosas diferentes, el balance y la cuenta de resultados. Cada una tiene unas necesidades diferentes.
Para el balance, la necesidad es ajustar valoraciones temerarias a valor actual. Con esta inyección, que va directa a Pasivo, las valoraciones se pueden corregir sin desequilibrar balances, y las pérdidas ocultas pasan a ser pérdidas explicitas.
Para la cuenta de resultados la necesidad es la de transmitir esos activos inmobiliarios. Si la inyección es en forma de capital (a fondo perdido), las entidades podrían decidir vender a valor actual, ya que aunque no lograsen ningún beneficio, como el accionista muy mayoritario sería el Estado, no reclamaría dividendos, y no haría falta obtener beneficios.
Pero si la inyección es en forma de deuda (crédito, bonos, otras fórmulas +/- imaginativas), como existiría la presión por tener que remunerar esa aportación, y quizás incluso devolverla, la cuenta de resultados debería obtener beneficios obligatoriamente. Por tanto, no se podría transmirtir los inmuebles sin beneficio o a pérdidas.
Así que el precio de los pisos de la banca (la mayor inmobiliaria del pais) bajarán, o no, dependiendo de la fórmula de inyección del "apoyo financiero". En cualquiera de las fórmulas, capital o deuda, las prisas desaparecen, en todo caso. Y eso solo favorece a la oferta (tira hacia arriba los precios).
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!